Vinos para reconectar con Rioja y Ribera del Duero
Rioja y Ribera son las grandes protagonistas en España si hablamos de vino tinto. Sin embargo, su fama a veces lleva a desilusiones, al encontrarnos frente a perfiles de vino con los que no se conecta a la primera, hartazgo al ser a veces las únicas opciones disponibles, o rechazo ante las marcas que hemos visto toda la vida en las mesas familiares.
Para quitar prejuicios, reconectar con estas denominaciones y mostrar algunas novedades con perfiles que buscan agradar y convertirse en el vino escogido para la mesa, la charla y el disfrute, os presentamos 6 vinos de Rioja y 6 vinos de Ribera del Duero con un perfil más desenfadado y moderno. Algunos ejemplos de los vinos que ahora mismo se están elaborando en ambas denominaciones, en los que marca más el estilo buscado por cada bodega que encajar en las etiquetas grandilocuentes y los perfiles organolépticos de antaño.
Opciones de vinos tintos donde la tempranillo toma el protagonismo en perfiles más frescos, priorizando los aromas a fruta, con uso sutil de la madera, dando como resultados vinos con los que disfrutar en estas fiestas. Vinos que bien pueden acompañar un aperitivo o alargarse en la copa hasta los postres. Una nueva generación que tiende la mano a ese consumidor perdido o asustadizo.
Ya sea para intentar convencer a tus invitados o para reconciliarte con estas dos denominaciones de origen, aquí tienes 12 vinos de Rioja y de Ribera del Duero para reconectar con sus tintos estas fiestas.
Vinos de la D.O.Ca. Rioja:
Hacienda López de Haro Crianza 2018 – Bodega Hacienda López de Haro (Vintae) – (6,95€)
La filosofía que envuelve a los vinos de Vintae hacen que sean referencias ideales para esa reconciliación o captación de nuevos seguidores. En Rioja cuentan con Bodegas Hacienda Lopez de Haro, situada en San Vicente de la Sonsierra, en Rioja Alta. Entre sus diferentes líneas está Lopez de Haro, y su vino Hacienda López de Haro Crianza es uno de los más reconocidos.
Ellos mismos lo definen como “el nuevo clásico”. Un vino que en las últimas añadas ha tornado hacia un perfil mucho más frutal y fácil. Elaborado a partir de viñas viejas de la zona de la Sonsierra de las variedades de tempranillo (principalmente), garnacha y graciano, tiene una crianza de 18 meses en roble.
El resultado es un vino de paso fácil, donde predomina la fruta, con notas de cacao y regaliz. Un vino aterciopelado en boca y con estructura. Ideal para una comida, como un momento de copeteo.
Ondipuerko Tinto 2020 – Vinícola Real (19,50€)
Tanto para introducirse en Rioja como para quitarse los prejuicios con los vinos naturales: Ondipuerko tinto pertenece a la gama de vinos naturales elaborado por Vinícola Real, bodega tras la que se sitúan marcas como 200 Monges.
Su nombre proviene de la zona donde se sitúan sus viñas, el paraje Ondipuerko, un lugar entre montañas donde se forma una laguna que servía (y sirve) de abrevadero a los animales de la zona. Se elabora en tinas de madera de 5.000 litros, por lo que el aporte de madera es mínimo, a partir de un 60% de tempranillo, y el resto compuesto por graciano, viura y garnacha. Por supuesto, sin sulfitos añadidos y con una mínima intervención, respetando al máximo la viña.
Un vino goloso, muy fácil de beber, fresco, ligero y con una fruta muy marcada. También cuenta con una versión en rosado, con un mayor protagonismo de la variedad tempranillo, pero con el mismo perfil fresco y frutal.
Crianza 2017 – Bodegas 202 (12,50€)
Este es el vino de entrada de la bodega situada en Rioja Alavesa que debe su nombre, Bodega 202, al prefijo telefónico de Washington, ciudad donde se conoció el matrimonio estadounidense que la fundara, aunque al frente de la dirección enológica esté Luis Güemes.
Se centra en la elaboración de vinos de parcela, a partir de la variedad tempranillo, con vides comprendidas entre los 30 y 40 años. En el caso de su Crianza, se elaborado a partir de viñedos situados en dos extremos, con la altura como punto en común: el viñedo más oriental, situado en Cripán, con microclima particular, de orientación sur, con suelos muy pobres y gran influencia de los vientos; y el más occidental, en Salinillas de Burandón, con orientación suroeste y suelo calizo.
El Crianza de Bodega 202 es un tempranillo 100%, con una crianza de 20 meses en barrica. Las parcelas se elaboran por separado, hasta el momento de la mezcla final. Es un vino muy fresco, aterciopelado, en el que destaca la fruta negra y los aromas a sotobosque y especias.
Las Parcelas 2019 – Bideona (15€ aprox.)
El proyecto de Península Vinicultores en Rioja Alavesa que hasta ahora se llamaba Badiola, nació precisamente para mostrar un perfil diferente de la zona. Vinos que se centran en destacar la viña, el municipio de donde vienen las uvas, en lugar de dar protagonismo a la bodega.
Bideona trabaja más de 300 microparcelas con una edad media de 50 años, pertenecientes a diversos municipios. Aunque el objetivo es elaborar vinos de municipio, entre los que ya figuran de Laguarda o Leza, en este Parcelas 2019 crean una mezcla de parcelas de diferentes municipios de Rioja Alavesa.
Parcelas 2019 es un monovarietal de tempranillo, donde parte del vino tiene una crianza en barrica de roble nueva. Es un vino mineral, con acidez refrescante, floral en nariz, con recuerdos a fruta roja y especias.
Orben 2019 – Bodegas Orben (20,60€)
Bodegas Orben es el proyecto riojano de Artevino para reivindicar la viña vieja en Rioja Alavesa, aplicando los conocimientos técnicos actuales, pero dejando que se exprese, respetando el propio ciclo de la viña y el impacto del entorno. Su etiqueta, de hecho, quiere reflejar con ese círculo imperfecto ese ciclo de la viña que no siempre es perfecto.
En el caso de Orben 2019 se elabora a través de la selección de uva de 79 microparcelas de tempranillo plantadas a mediados del siglo pasado, donde se cuelan algunas vides de otras variedades, que se sitúan en tono a Laguardia.
Con una crianza de 12 meses en barrica, donde se mezclan las nuevas y las usadas, para lograr un mayor equilibrio. Así, logran un vino con mucha carga frutal, donde se identifican frutas como la cereza, la fresa o la ciruela negra; de paso agradable por boca. Preparado para afrontar el paso de los años, como ya demuestran añadas anteriores como la 2006.
Pantocrátor 2010 – Bodegas Tarón (24,90€)
La opción para los casos perdidos. No sólo por llevar el nombre del “que todo lo puede” (en honor a la amplia presencia de arte románico en la zona), sino porque es el claro ejemplo de que el paso del tiempo no tiene por qué hacer perder la frescura de los vinos. A pesar de haber pasado ya la década, Pantocrator 2010 presenta una frescura equilibrada con gran elegancia en boca, con una acidez equilibrada y una fruta roja muy marcada.
Una frescura en parte proporcionada por la localización de Bodegas Tarón, en la zona más septentrional de La Rioja, al pie de los montes Obarenes. Una zona fría en comparación con otras zonas de la denominación, que con el aumento de las temperaturas ha empezado a estar más cotizada por los elaboradores de vino que buscan perfiles de vino más frescos.
Pantocrator 2010 es un monovarietal de tempranillo de viñas plantadas en vaso, con una edad media de 50 años. Fermenta en depósito de acero inoxidable y transcurrido un año, pasa a barricas nuevas de roble americano donde pasará otros dos años. Después reposa un tiempo en depósito hasta ser embotellado, momento en el que esperará 6 años antes de salir al mercado.
Vinos de la D.O. Ribera del Duero:
San Cobate La Finca 2018 – Bodegas San Cobate (17 € aprox.)
El vino para reconectar con Ribera del Duero, o atraer nuevos adeptos, desde antes de empezar con los aperitivos. San Cobate La Finca 2018, elaborado por Bodegas San Cobate, es un vino para disfrutar copa tras copa, con un perfil frutal y elegante en boca.
Este vino es un monovarietal de tinta fina (tempranillo), de diversas parcelas situadas a más de 800 metros de altitud en Gumiel de Mercado (Burgos). Fermenta en cemento y después realiza una crianza en barrica usada y tinos de madera, para conservar el perfil frutal del vino y no maquillar la personalidad aportada por el terruño.
Una bodega que además refleja su entorno en cada una de sus etiquetas, realizadas en colaboración con los diseñadores José Delgado Periñán y Olivier Umecker. En ellas se representa las características orografía de las parcelas donde se sitúan las viñas, marcadas por los bancales y las diferentes exposiciones del terreno.
Alma del Vivar 2020 – Bodegas Maeste (15 € aprox.)
Bodegas Maeste es el nuevo proyecto en la Ribera del Duero de Miguel Peña. En él ha plasmado su vinculación personal a esta tierra y sus vivencias en ella para ofrecer un perfil de vino más honesto y disfrutable, siempre con un máximo respeto a la viña, con una intervención mínima, y trabajos en bodega que permitan expresar el origen del que proviene. Esa historia personal se refleja incluso en la imagen de la bodega, en la que se representa un rosetón de la barandilla de la casona de su tatarabuelo.
Alma de Vivar 2020 está elaborado con tempranillo (y un 3% de merlot) de dos microparcelas situadas junto al río Duero, con orientación sur, entre las poblaciones burgalesas de San Martín de Rubiales y Roa. Para la crianza, que se extiende durante seis meses, se utilizan barricas de diferentes orígenes, tamaños y edades, para lograr que la madera no enmascare la fruta.
Esta primera añada cuenta con menos de 6.000 botellas de un vino con intensidad de frutas silvestres en nariz, con toques a mermelada de fresa, y paso agradable y ligero en boca.
M9 2019 – Abadía San Quirce (32€)
Esta es una de las elaboraciones limitadas de Abadía San Quirce: un tempranillo de viñas plantadas en vaso de 70 años situadas a 920 metros de altitud, también en Gumiel de Izán.La bodega ya buscó hace años fincas más frescas, con mayor altura, para poder realizar vinos con un perfil más refrescante. Lo que antes era solo un deseo, ahora es casi una necesidad para poder conservar la frescura de los vinos.
M9, con 14 meses en roble, mantiene un carácter atlántico y fresco, de color rojo picota, con notas a fruta y especias en nariz, sedoso y persistente en boca. En su etiqueta también se ha querido reflejar el terreno de donde provienen y por ello se representan las curvas de nivel, con sutiles líneas en relieve.
Ferratus Fusión 2017 – Ferratus (30€)
La opción perfecta si el objetivo es conquistar incluso antes de descorchar la botella. Ferratus muestra en este vino el perfil más elegante de sus elaboraciones, por dentro y por fuera. Elaborado 100% con tempranillo de viñas situadas a más de 800 metros, fermenta en barrica de roble francés de 500 litros donde también realiza una crianza de 20 meses, con un posterior afinado en botella. El resultado es un vino donde la fruta negra es la protagonista, con toques a especias, con gran volumen en boca, sedoso y persistente.
Un vino que han querido que sea elegante en contenido, pero también en continente, con un diseño donde destacan unas sutiles líneas brillantes sobre el fondo negro del vidrio. Además de combinar a la perfección con el ambiente festivo de las navidades, fue galardonado en el concurso internacional A’Design Award Winner Competition con una medalla de plata.
Virtus Gran Reserva 2014 – Virtus (45€)
Sí, se puede escoger este vino por la etiqueta y acertar. Virtus Gran Reserva 2014 es fruto del relanzamiento del proyecto Virtus cuya intención es elaborar un Ribera “a caballo entre el pasado y el futuro”. El tema ecuestre envuelve a esta bodega vallisoletana de Aldeyuso, por la afición de Íñigo López de la Osa Escribano, impulsor de la nueva etapa de este proyecto familiar, junto a su mujer Francesca Franco. Es más, el caballo con el que competía, Sultán de Beaufour, es el que ahora viste las etiquetas de esta referencia.
Elaborado con tempranillo de viñedos de más de 60 años situados a una altura de 850 metros de altura, en La Horra y Hontoria de Valdearados, realiza una crianza de 24 meses con sus lías en barricas de roble francés. El resultado es un vino con una fruta fresca muy marcada, sedoso en boca y con persistencia, perfecto para los grandes platos de estas fiestas.
VivaltuS La Fleur 2016 – VivaltuS (Grupo Yllera) (55-60€)
Yllera, destacado grupo bodeguero con bodegas en Ribera del Duero, Toro o Rueda y artífice de conocidos vinos como Tinto Yllera, mira hacia Burdeos en su nueva bodega de Ribera del Duero, Vivaltus, nombre derivado de “vida” y “altura”. Para la elaboración de estos sus vinos, han contado con Jean Claude Berrouet, artífice del mítico Petrus, en colaboración con Montxo Martínez, creador de los vinos de Yllera. Una unión para reflejar la gran capacidad que ofrece la zona para elaborar vinos elegantes y longevos.
Una de las nuevas elaboraciones es VivaltuS La Fleur 2016. Se elabora con tempranillo, y un 3% de cabernet sauvignon, a partir de viñedos seleccionados, situados en alturas que oscilan entre los 800 y los 900 metros. Parte del vino no se cría en barrica lo que le aporta un punto más frutal al resultado final: directo, aromático y equilibrado.
Periodista especializada en el sector del vino.
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