¿Qué papel tienen las grandes superficies en el consumo de vino ecológico?
Encontrar productos ecológicos en las grandes superficies cada vez es más fácil. Muchas cadenas apuestan por ofrecer espacios “Bio” o “Eco” en sus establecimientos, con productos ecológicos de todo tipo: desde alimentos frescos a conservas u otras elaboraciones.
España puede presumir de ser el primer país europeo en superficie ecológica (10% del total) y el tercero del mundo –por detrás de Australia y Argentina. También de ser el primer productor de vino ecológico del mundo. Sin embargo, el consumo de productos ecológicos en España está lejos de ser generalizado, aunque ha crecido en los últimos años de forma moderada, y se estima en 50 € /año por persona.Cifra muy por debajo de otros países europeos como Alemania o Francia, donde se triplica esa cifra. Por tanto, es un mercado aún poco maduro, donde se tiene que seguir explicando qué es y qué significa que un alimento lleve el sello de ecológico.
Según expresó la asesora de retail y gran consumo María José González, durante la conferencia “El papel de la gran distribución en el vino ecológico” en el contexto de Organic Food Iberia, la feria dedicada a los productos ecológicos: “los consumidores de este tipo de productos son sobre todo los jóvenes, en concreto los treintañeros”. Un segmento de la población cada vez más concienciado con la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente. Por este motivo, asegura González, el vino tiene una gran oportunidad para captar nuevos consumidores, a través de las elaboraciones con sello ecológico, haciendo crecer al sector.
«el vino tiene una gran oportunidad para captar nuevos consumidores, a través de las elaboraciones con sello ecológico»
Los consumidores cada vez apuestan más por un modelo de consumo sostenible, en un contexto donde el cambio climático y la posible escasez de recursos hacen muy difícil un modelo de sobreproducción. Aunque la sostenibilidad cada vez cala más en los procesos, en los productos, en los modelos de consumo, lo que no está tan presente siempre es el tema de “lo ecológico”. En este punto, algunas voces del propio sector de productos conectados con esa idea de sostenibilidad entonan el mea culpa, ante una posible confusión por la diversidad de nombres con las que se pueden encontrar los consumidores: kilómetro cero, natural, de cercanía… en este sentido, apunta la asesora, los productos ecológicos pueden tener una ventaja ya que el significado está sujeto a una serie de normativas y está certificado, tras superar una serie de auditorías, con un sello que es identificable.
Sin embargo, en este punto, habría que plantearse si los consumidores tienen claro qué significa el sello de “producto ecológico”, así como las implicaciones para el agricultor. Por no decir el esfuerzo que supone ser ecológico en ciertas zonas donde el clima favorece este tipo de vitivinicultura, en comparación con otras donde a veces, aunque se quisiera, no es viable económicamente, por la merma de la producción, realizar una agricultura ecológica.
“En la gran distribución, el vino es uno de los productos que más proveedores tiene. Hay una gran atomización. Por lo tanto, sería bueno concentrarse y asociarse para llegar a la gran distribución”,
Al margen del conocimiento mayor o menor que se pueda tener, Maria Jesús explica que, para poder llegar mejor al consumidor y estar más presente en las grandes superficies, los productores de vino ecológico deben asociarse y ponérselo fácil al sector de la distribución: “En la gran distribución, el vino es uno de los productos que más proveedores tiene. Hay una gran atomización. Por lo tanto, sería bueno concentrarse y asociarse para llegar a la gran distribución”, por una vía más unificada, focalizando esfuerzos y lanzando un mensaje más claro. Y mencionó asociaciones como la de Spanish Organic Wine (SOW), desde la que, asegura, se podría establecer una mejor comunicación con el canal.
Por descontado, una vez estén dentro de la gran distribución, recuerda la importancia de tener etiquetas atractivas, que destaquen en un lineal, donde el cliente se enfrenta a una multitud de botellas, sin más ayuda que su criterio y presupuesto. Además, afirma que esas botellas de vino con sello ecológico deben estar integradas dentro del resto de vinos: “El sector ecológico es un segmento más, no una categoría premium, por tanto, el mundo ecológico se tiene que integrar entre el resto de productos”. Otra oportunidad más para el vino ecológico, pues “los consumidores de vino suelen estar más dispuestos a comprar diversas etiquetas para probar cosas nuevas”, mucho más que con otros productos de la cesta de la compra.
“la hostelería ha impulsado siempre la compra de grandes marcas de vino en las grandes superficies”
Al margen de lo que pueda hacer la gran distribución, hay dos actores que podrían impulsar la presencia de los vinos ecológicos en las grandes superficies: las grandes marcas de vino y la hostelería. Las grandes marcas de vino “debería tirar del sector ecológico, porque ya son una garantía de calidad en sí para los consumidores” expone María José. Muchos consumidores acuden a las marcas conocidas y podrían estar dispuestos a comprar esos vinos. De hecho, ya sea por filosofía o demanda, en la actualidad se pueden encontrar en los lineales de las grandes superficies elaboraciones con certificación ecológica de conocidas bodegas como Protos, Ramón Bilbao, Marqués de Riscal, Torres, Marqués de Cáceres, Cune o Vintae, entre otros.
Por otro lado, estaría la hostelería: “la hostelería ha impulsado siempre la compra de grandes marcas de vino en las grandes superficies”, pero el problema, en el caso de los vinos ecológicos, es que esta cualidad no se suele destacar a la hora de ofrecer un vino, más allá de establecimientos especializados en estos productos donde los clientes ya están convencidos, o en locales donde el vino tiene un mayor protagonismo. Así, tanto unos como otros podrían impulsar la introducción de vinos ecológicos en las grandes superficies al generar una demanda entre los consumidores.
Tenga o no el consumidor localizados los vinos ecológicos en el supermercado, lo cierto es que cada vez se encuentran más referencias vinculadas, aunque en ocasiones puede que no hayamos recaído en ellos. A veces estamos consumiendo vinos ecológicos sin saberlo: bien porque, aunque trabajan en ecológico y con una intervención cuidadosa con el entorno no están certificados, o bien porque, a pesar de estar certificados y contar con un sello en la contraetiqueta, no recaemos en ella. Tal vez sea la oportunidad de comunicar no sólo las implicaciones de tener un sello de certificación ecológica, sino el gran papel que tiene el sector del vino en este ámbito.
Periodista especializada en el sector del vino.
Suscribirse
Reciba nuestras noticias en su email