El sector vitivinícola de Castilla y León protagonista en DUEROWINEFEST
Salamanca tomaba el testigo de Burgos y Valladolid en la tercera edición de DueroWineFest, un encuentro que también ha dado voz a los productores portugueses con los que comparte el curso del Río Duero.
El objetivo principal del Congreso Internacional es valorizar la cuenca hidrográfica del río Duero como un territorio singular para la producción de vinos de calidad.
De este modo, el congreso viene a complementar el esfuerzo realizado por las Denominaciones de Origen vitivinícolas y la Indicación Geográfica de Castilla y León, con el propósito de incrementar el posicionamiento nacional e internacional de esta Comunidad como región productora de grandes vinos.
El sector vitivinícola, con casi 82.000 ha de viñedo y unas 750 bodegas, es uno de los pilares de la economía de Castilla y León, con una facturación que supera los mil millones de euros. Contribuye al 3,1% del PIB regional y ayuda a mantener un 3,8% del empleo (unos 33.000 trabajadores, entre empleos directos e indirectos), la mayoría en el medio rural y dedicados a un negocio con arraigo sin posibilidad de deslocalización.
Dieciséis denominaciones de origen protegidas se distribuyen por el territorio castellanoleonés, a saber: Arlanza, Arribes, Bierzo, Cigales, Ribera del Duero, Rueda, León, Tierra del Vino de Zamora, Toro, Cebreros, Valtiendas, Valles de Benavente, Sierra de Salamanca, más los tres vinos de pago (Abadía Retuerta, Dehesa Peñalba y Urueña). Además de la I.G.P. Vino de la Tierra de Castilla y León.
El programa de ponencias
El cambio climático fue uno de los temas más recurrentes en las distintas ponencias que protagonizaron enólogos, sumilleres, académicos, bodegueros y periodistas. Todos coincidieron en que se trata del mayor desafío al que se enfrenta el sector del vino. Se habló largo y tendido de los viñedos de altura, de su resiliencia ante la subida generalizada de temperaturas pero también de las dificultades y riesgos por la alta insolación que implican el manejo de estos viñedos.
La tendencia que propugna el consumo de vinos bajos en alcohol o desalcoholizados se trató ampliamente de la mano de dos de las bodegas pioneras en su puesta al mercado: Matarromera e Yllera.
¿Es necesaria una clasificación de vinos en Ribera del Duero? Es la pregunta con la que se abría una interesante mesa redonda que dio voz a Almudena Alberca MW, Álvaro Ribalta MW, Jesús Yuste del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACyL) y Enrique García- Escudero del Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino (ICVV).
El Master of Wine británico Tim Atkin trazó un retrato de los vinos tintos de Ribera del Duero, mientras que el historiador británico Felipe Fernández-Armesto embarcó a la audiencia en un apasionado viaje a los orígenes de la cultura del vino.
Rafael del Rey, Director del Observatorio Español de los Mercados del Vino, expuso su visión documentada del panorama del vino español, destacando la polarización del mercado hacia los vinos sencillos y los de alta gama, entre los que se abre una brecha en la que el vino español se ha situado siempre en una cómoda posición.
Las ponencias técnicas que impartieron el profesor José Hidalgo Togores y el director de I+D de Sogrape Vinhos, Antonio Graça estaban dirigidas a enólogos y profesionales de las bodegas presentes en el auditorio.
Las catas se acercaron a Portugal y a los universitarios
Los vinos portugueses tomaron voz y forma en varias de las catas ofrecidas en el progama de DueroWineFest. Por una parte varios vinos de variedades minoritarias portuguesas se sirvieron en una ponencia impartida por Sara Peñas y Luis Antunes, expertos en vinos portugueses, mientras que en la segunda jornada del Congreso fue Juancho Asenjo y Joâo Roseira, promotor de Simplesmente Vinho en Oporto quienes establecieron una interesante comparación de vinos elaborados con las mismas variedades a uno y otro lado de la frontera de los dos países.
Salamanca es una de las principales ciudades universitarias españolas y por ello se organizó un programa de iniciación a la cata impartido por Lácrima Terrae dirigido a estudiantes universitarios.
Así lo exclamó el historiador británico Felipe Fernández-Armesto, levantando el aplauso unánime del auditorio “Si no conseguimos que los jóvenes se inicien en el consumo del vino, el cambio climático nos puede dar igual a las bodegas”
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