Jerez: ¿el vino de moda en Estados Unidos?

Lucas Payá, consultor y educador del Jerez en Estados Unidos, abordó esta temática en su ponencia en el I Congreso Internacional sobre los Vinos Tradicionales de Andalucía. A pesar de que es un mercado nuevo y que estos vinos necesitan más educación de cara al cliente, el sumiller analizó los puntos a favor con los que cuentan estos vinos para triunfar en el mercado americano.

No hay duda que el mercado europeo ha sido el mejor cliente de los vinos de Jerez, sobre todo durante el siglo XIX, su momento álgido, cuyo mejor prescriptor fue el público inglés. Sin embargo, la singularidad de estos vinos ha hecho que no tengan un alcance masivo pero, es precisamente ese carácter especial lo que provocó que, tras años relegados a un segundo plano, fueran los grandes chefs los que se fijaran en ellos. “Hace 20 años Ferrán Adriá recibía a todos sus clientes con una copa de fino. Para él era el mejor aperitivo a la experiencia gastronómica que iban a disfrutar en El Bulli”, comenta Lucas Payá, su sumiller desde 2002 hasta 2006.

Además de los chefs, el siglo XXI trae consigo que otros mercados, además del europeo, sean susceptibles de acoger los vinos de Jerez. Uno de ellos y, quizá el más importante, fue el americano, entre otras cosas porque desde 2013 Estados Unidos es, si hablamos de volumen, el mercado del vino mundial. “Dos cosas han hecho que esto sea así: los impuestos de alcohol son bajos, lo que ayuda al consumo, y es un mercado con mucho crecimiento porque el potencial del consumo per cápita es bajo”, asegura Lucas Payá. Fue en el año 2008 cuando el jerez entró en Estados Unidos y su gran embajador fue el cocinero José Andrés “aunque en sus locales Jaleo y Bazar ese vino tenía más sentido, poco a poco empezó a aparecer en los menús y en los cócteles. Esto último fue un gran acierto para introducir el jerez acorde con el paladar de los americanos”, asegura el sumiller que también estuvo colaborando durante años con el chef español. “Después de los cócteles fuimos más allá, creando menús en maridados con jerez y la International Sherry Week, con catas, cenas y eventos para promocionar dichos vinos”.

Coctelería: la mejor puerta de entrada

A pesar de que los jereces no son fáciles, que el cliente necesita más educación para poder disfrutar de ellos, Payá, gran conocedor del mercado americano, sabe cuáles son sus puntos fuertes: “Su relación calidad precio es insuperable. Por otro lado, que sean unos vinos tan diferentes al resto y que se elaboren de una manera tan peculiar, los convierte en exclusivos, a lo que hay que unir como algo positivo el hecho de que no los conozca tanta gente, lo que aviva la capacidad de sorpresa”, comentó durante su exposición en el I Congreso Internacional sobre los Vinos Tradicionales de Andalucía. Y añadió: “Si a todo esto le sumamos la capacidad que tienen para maridar en coctelería, algo muy apreciado por los americanos, tenemos un vino perfecto para el mercado estadounidense. ¡Si hasta los nombres de los vinos les parecen divertidos de pronunciar!”

La bodega Lustau se ha fijado también en el mercado americano con un objetivo: “promocionar nuestros vinos a través de la promoción de la región en su conjunto”, asegura Payá, consultor de dicha empresa. “Hemos creado un blog dirigido al mercado estadounidense, vídeos con cocineros americanos a quienes retamos a que mariden sus platos con jereces y los cursos Certified Sherry Wine Specialist avalados por el Consejo Regulador”.

Aunque queda mucho por hacer, Lucas Payá terminó su ponencia “Vinos singulares para un consumidor nuevo” dando una pista de lo que puede ser el futuro del jerez en Estados Unidos: “saber cuál de las dos elaboraciones, la oxidativa o la crianza biológica, está más adaptada al paladar americano”.

María Orriols

María Orriols

Periodista especializada en temas de Estilo de Vida.