Cajas y etiquetas de vino a partir de sarmientos de vid resultantes de la poda
El proyecto VINEBOX™ obtiene la primera bobina de papel a partir de la valorización sostenible de residuos de poda de vid. El consorcio que lleva a cabo este proyecto está formado por las bodegas Matarromera y Alma Carraovejas así como las empresas Ence, especializada en el aprovechamiento total y sostenible de árbol para la producción de celulosa y la Papelera de Brandia (A Coruña).
Se trata de una bobina de papel innovadora, fabricada con celulosa calidad Naturcell® especial, ya que contiene fibra obtenida de sarmiento de poda de vid. Esta bobina se ha fabricado en la Papelera de Brandia atendiendo a los más exigentes criterios de calidad para fabricar etiquetas y cajas para botellas, que serán ensayados por las bodegas.
Este hito supone un avance en materia de eficiencia y sostenibilidad, y subraya el potencial de la biomasa como una fuente renovable y responsable para la elaboración de bioproductos. Este logro representa un paso fundamental hacia el objetivo final del proyecto VINEBOX™: la producción de cajas y etiquetas sostenibles y 100% renovables para las bodegas participantes.
Cajas y etiquetas sostenibles para las bodegas
Carlos Moro, presidente de Bodegas Familiares Matarromera, ha destacado que: “Nace la idea de reutilizar los residuos de poda dotándoles de una segunda vida y así devolver a la naturaleza lo que nos da, reduciendo los efectos nocivos de las quemas. Para ello ha habido un completo plan logístico de recogida, acopio, astillado y valorización y que encaja en lo que personalmente denomino economía esférica, integrándose perfectamente en el plan de sostenibilidad de nuestras bodegas”.
Por su parte, Eva Navascués, directora de I+D+i de Pago de Carraovejas, sostiene que: “Ha sido un logro poder crear la primera bobina de papel procedente de los sarmientos de nuestra finca. El proceso ha sido complejo en la parte técnica pero finalmente hemos conseguido el papel con el que poder crear cajas y etiquetas. Ahora, tenemos que demostrar que la recogida de sarmientos y tramitado para su valorización sea sostenible económicamente para que se convierta en una solución que evite la quema de estos residuos que genera el sector vitivinícola y que redunda en la protección ambiental”.
El proyecto, cofinanciado por la Unión Europea y por el Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI) con fondos FEDER, cuenta con un presupuesto de 879.539,00 € y un tiempo de ejecución de 30 meses. Además, participan, como entidades subcontratadas por las empresas, el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA-CSIC), el Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística (Itene), y la empresa Athisa, que aporta soluciones para el servicio de recogida y acopio de las podas de sarmiento.
Redacción La Gaceta del Vino
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