Bodegas Alodia (Somontano) lanza un vino envasado en una botella de cartón

Beatriz Martínez es la copropietaria de Bogas Alodia, una bodega familiar en Adahuesca, en el corazón del Somontano. Poseen 17 hectáreas de viñedo propio y una producción aproximada de 30.000 botellas anuales que se comercializan bajo el paraguas de la DOP Somontano. La filosofía de la bodega es la recuperación de las variedades autóctonas, en especial las tres ancestrales: Alcañón, Moristel y Parraleta. 

Recientemente han lanzado uno de sus vinos en una botella de cartón. Entrevistamos a Beatriz Martínez para conocer más detalles de este envase. 

•  ¿Qué vino ofrecéis en botella de cartón? 

Es un roble con 4 meses de barrica de las variedades 60% Parraleta, 40% Syrah. 

• ¿Qué características tiene la botella? 

Está fabricada en un 90% de material reciclado, reciclable y reduce la huella de carbono en un 85%. Físicamente es prácticamente igual a una botella convencional, con lo cual, la sensación de cambiar completamente de formato se reduce y se conserva el vino en aproximadamente 12 meses. 

• ¿Se puede reciclar este envase? 

Sí. La parte exterior, la de cartón va al contenedor azul, y el resto al amarillo. 

• ¿De dónde parte la idea de usar este formato? 

En el año 2021, emprendimos este proyecto  en la bodega, que tenía como objetivo la mejora de las instalaciones y aumentar la sostenibilidad de la actividad: una sala subterránea para la crianza, placas solares para la autosuficiencia energética, etc. Esta búsqueda se amplió a nuevos formatos para el vino, y apareció Frugal, que es el nombre de esta patente. Las nuevas tecnologías nos acercan a cualquier parte del mundo, está claro. De entre diferentes opciones que vimos se se estaban moviendo en Europa, esta botella de cartón, o #paperbottle como la denominamos, nos pareció el proyecto más sólido e interesante. 

• ¿Qué ventajas presenta frente a una botella de vidrio convencional? 

La sostenibilidad, la reducción de la huella de carbono, el abaratamiento en el transporte; y luego, abre el consumo del vino a entornos a los que hasta ahora el vidrio suponía un problema: festivales de vino, entornos naturales de montaña o playa, etc. 

• ¿Qué respuesta ha tenido en vinotecas y hostelería? 

En un principio se acercan a la botella por interés, curiosidad. Pero a partir del mes, han empezado los repetidores. Eso ha sido muy bueno. Primero lo han comprado por la novedad, pero luego ha primado la calidad del vino. Ese era el objetivo. El producto ha superado a la imagen. 

• ¿Puede adaptarse a los sistemas de llenado estándar o necesita de maquinaria propia? ¿Cómo se almacena y transporta? 

La botella tiene suficiente fortaleza para usar los sistemas embotellado que tenemos en la bodega. Se usa una caja de cartón con medidas estándar y se puede apilar hasta en cuatro volúmenes. Además, al ser cartón, nos ahorramos los separadores que protegen el vidrio. Reducimos los costes y los residuos. La ventaja viene en los costes de transporte, pesa mucho menos que la botella convencional. 

• ¿Qué planes tiene Alodia sobre este envase? ¿Es una prueba o ha venido para quedarse en vuestra gama de vinos?

Este es el primer vino que hemos lanzado en este formato. No descartamos lanzar con la añada 2024 un blanco joven. La verdad es que nos gustaría que el proyecto tuviera éxito y se convirtiera en una referencia estable de Bodegas Alodia. Las primeras veces siempre son más difíciles. Hay que abrir camino, pero no dudamos en que en un futuro no tan lejano, los nuevos formatos para el vino van a aumentar. Nos tenemos que acercar a los gustos de las nuevas generaciones.