Tomamos el pulso a los cócteles con vino en Gingko Lab

Un buen cóctel se define por el sabor, sin dejar de lado la parte visual – apuntan desde Gingko Lab– utilizando destilados premium e ingredientes frescos y naturales. Es clave realizar insitu las espumas, siropes, infusiones, maceraciones…

“Ya no vale con mezclar un destilado, con un cítrico y un sirope, el cliente demanda más, por eso usamos numerosas técnicas que usan los cocineros para poder llegar a nuestros cócteles, y esto lo ponemos en valor al cliente, explicando cuando servimos todo el proceso que ha habido detrás” 

El cliente de cócteles es una persona con grandes expectativas que busca la sorpresa y la satisfacción. También es una persona a la que le gusta disfrutar de una larga sobremesa y que no tiene miedo a arriesgarse, aunque tampoco se cierra a degustar una preparación clásica. Normalmente se deja aconsejar porque siente la confianza en el bartender.  

Cócteles con vino 

Los cócteles con base vínica suelen estar enfocados a cócteles aperitivo o con baja graduación. En Gingko Labs usan mucho los vinos de Jerez, que complementan los cócteles dándoles profundidad, aportando esos toques de madera. 

Un ejemplo de cóctel con vino sería el “Aperitivo Mediterráneo”, el cual lleva un cordial de albahaca, romero, tomillo, laurel y aceituna, ginebra y un toque de Oloroso. 

Si hablamos de cócteles clásicos, destacan el Aperol Spritz, que junto al Negroni, son dos de los cócteles aperitivo por excelencia; también podemos encontrar el New York Sour, que es una variación del whisky sour; el Adonis, que es una variación del famoso Manhattan pero con base de vinos de Jerez; y cómo no, la Sangría. 

Sin duda, a nivel mundial los cócteles vínicos más demandados serían la Sangría y los Spritz, que son cócteles con base de un determinado licor aperitivo, terminado con un vino espumoso. 

En Ginkgo Restaurantes (Ginkgo Restaurante & Sky Bar y Ginkgo LAB Madroño) ofrecen una Sangría de autor y el Bali Spritz. Por un lado, la Sangría lleva ginebra, licor de naranja, vino tinto y un sirope casero de flor de hibisco y piña. El Bali Spritz, lleva como licor el St. Germain de flor de saúco, y hacemos un “fat washed” con aceite de coco, shiso verde, melón y pepino. Lo terminamos con un poco de soda y un espumoso Blanc de Blancs. 

La propuesta de mixología de Ginkgo Restaurantes 

 “Tenemos la firme creencia en que los cócteles son como las matemáticas. Solo que, en vez de sumar números y despejar “X”, sumamos sabores provenientes de los registros propios de cada uno de los miembros de nuestro equipo, que está compuesto por personas de diferentes partes del mundo, lo cual, a nivel cultural, vuelve todo esto aún más rico y cada uno tiene ingredientes, técnicas y sabores propios de su cultura, los cuales ponemos en común para crear cada bebida, sumado a nuestro concepto”– resumen.  

Un ejemplo claro que define el carácter de la carta de cócteles de Ginkgo Restaurantes es el cóctel Paloma Patrón. Mezcla del tequila Patrón, con la frescura del zumo de pomelo rosado, el toque picante del jengibre, las notas a madera, flores y cítricos de la pimienta Sichuan, junto con el dulce del agave, el ahumado del mezcal, las burbujas de la tónica de pomelo y el balance del limón, es el cóctel perfecto. Es el típico cóctel que te invita a beber uno más, muy ligero y cítrico.