Quesos y cócteles, la nueva armonía para estas fiestas
Cuando pensamos en armonizar alimentos o platos con bebidas, casi siempre hablamos de vino. Pero ¿por qué no acompañar las copas de media noche o los cócteles vespertinos con un sabroso manjar?
A esa pregunta contestan con una armonía de quesos y cócteles Clara Díez, fundadora de la tienda de quesos madrileña Formaje, y Marc Álvarez, mixing master de Schweppes y head bartender de Sips (Barcelona).
“Las bebidas alcohólicas siempre están enfocadas a ser un divertimento a partir de la media noche. Con estas armonías queremos reivindicar la complejidad que puede tener un cóctel y el juego que puede dar a la hora de maridarlo con un alimento” explica Marc, cuya coctelería, abierta hace apenas unos meses, ya ha conseguido posicionarse en el número 37 de la lista 50 Best Bars.
La amplia variedad de quesos que hay en el mercado, unida a las numerosas combinaciones que se pueden realizar dentro de un coctel, ofrecen posibilidades casi infinitas de armonización.
Como explica Marc “el cóctel es una solución líquida de aromas”, por tanto, esta armonía con queso es una buena alternativa para elevar la experiencia de tomar un destilado con una combinación algo más sofisticada de lo habitual, pudiéndola realizar, además, en diferentes momentos del día.
Hornkäse e hibiscus para abrir boca
El cóctel Velvet, elaborado con ginebra, licor de saúco y el mixer tónica&hibiscus puede ser la bebida ideal para prepararnos para una comida o una cena: con un toque floral pero con complejidad y sedosidad en boca, con matices amargos de fondo muy agradables. Un mix que combina a la perfección con la sensación mantecosa en boca y los matices del queso ecológico Hörnkase, elaborado con leche de ganadería biodinámica en Baviera, el cual es bañado en una infusión de flor de saúco, que le aporta el caractrístico color rojo teja a la corteza.
Queso de cabra y ginger beer para la media tarde
Este coctel no es para todos los paladares, pero puede que sea una buena recomendación si nos gustan los sabores potentes, o queremos animar el atardecer. Para los toques picantes del “Root Mule” (una reinterpretación algo más “punky” de la mula moscovita), compuesto por tequila y ginger beer, con una nube de cúrcuma y toques de cáscara de naranja, Clara propone la textura mantecosa con notas tostadas del queso ecológico de cabra payoya, Montes de Alcalá, elaborado en Cádiz.
Queso de pasta blanda y un “postre” en forma de cóctel
Y para los que quieran cambiar el postre por una “versión líquida”, el cóctel “Mil Fulls”. “Es una forma de interpretar la pastelería dentro de un cóctel”, explica Marc, pues, a través de una lactoclarificación, se obtiene un coctel con toques a vainilla y una sensación grasa en el paladar, pero sin grasa residual. Entre sus ingredientes también cuenta con ginebra y tónica&toque de lima. Un cóctel láctico, pero con toques ácidos, ideal para acompañarlo con el queso de rulo Moluengo, de Albacete, elaborado con leche de cabra y sellado con ceniza.
Una armonía que no solo puede dar paso a multitud de combinaciones, sino que enriquece la experiencia líquida, dando un toque más gastronómico al momento de la copa o el cóctel.
Periodista especializada en el sector del vino.
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