«Las bodegas están en mejores condiciones para competir en el mercado tras su transformación digital»

El sector del vino, aunque de manera desigual, está dando el salto a la digitalización. Las opciones para encaminarse hacia la versión 4.0 son diversas y aplicables a toda la cadena de producción, desde el viñedo, al departamento de ventas. Además, los beneficios de la transformación digital son casi inmediatos. Sin embargo, las bodegas se encuentran con frenos de diferente naturaleza a la hora de incorporar estos nuevos sistemas. Para conocer a fondo las posibilidades y estado actual de la transformación digital de las bodegas en España, entrevistamos a Andrés Sáenz, responsable de comunicación en Tipsa, empresa dedicada a la implantación de aplicaciones y soluciones informáticas para la gestión integral de bodegas y cooperativas vitivinícolas basadas en tecnología Microsoft.

Pregunta: ¿Cuál es la mayor barrera para que las bodegas no den el paso a la digitalización?

Respuesta: Algunos estudios apuntan que el freno para las bodegas, en muchos casos, es la sobreinformación. Son conscientes de la disponibilidad de múltiples tecnologías aplicables en distintos ámbitos (viticultura, procesos operativos de gestión, comunicaciones, seguridad…), pero encuentran dificultades para establecer criterios de priorización de inversiones y, cierto miedo a saber manejar con éxito y agilidad los datos recabados.

Detectamos que el sector demanda formación divulgativa y modelos económicos flexibles que minimicen el impacto de la inversión. En este sentido, no extraña que, por lo general, sean las bodegas más grandes quienes abran el marco de transformación y, poco a poco, el resto de compañías van siguiendo su reflejo y experiencias.

Entiendo que, de forma paulatina, con la progresiva incorporación de generaciones digitales nativas a mandos intermedios y directivos, la tecnología irá entendiéndose como un “básico” en la modernización de los equipos de trabajo de las organizaciones y será este público, reforzado por nuevas políticas de pago basadas en suscripción a servicios en la nube, quien adopte y lidere la hoja de ruta de innovación en la compañía bajo una perspectiva global, que abarque desde la gestión de los trabajos en el campo –asistidos por viticultura de precisión-, pasando por los procesos operativos de gestión y elaboración, expediciones, seguridad alimentaria, enoturismo… Hay ejemplos realmente interesantes en nuestro país.

«Con la progresiva incorporación de generaciones digitales nativas a mandos intermedios y directivos, la tecnología irá entendiéndose como un “básico” en la modernización de los equipos de trabajo de las organizaciones»

P:¿Cuál es el beneficio más inmediato que ven las bodegas cuando terminan su transformación digital?

R: Lo primero que notan es que el trabajo del día a día es más ágil y eficiente. Se tarda menos tiempo en la gestión de los diferentes procesos, lo que reduce errores, evita datos duplicados, desconexiones de información y tareas repetitivas manuales carentes de valor. Aquí ya hay un ahorro notable. Pero, además, la integración de las diferentes áreas de la bodega en un único ecosistema tecnológico aporta visión de conjunto de todo el negocio, facilita la colaboración segura y aporta una mayor eficacia y eficiencia operativas. Proporciona una visión 360˚ de la empresa, lo que ayuda a tomar decisiones más acertadas, y a planificar y a ejecutar estrategias de forma más sencilla y efectiva. En resumen, la bodega está en mejores condiciones para competir en el mercado.

P: Estamos en la era del dato, ¿cómo pueden beneficiarse las bodegas del análisis de los datos que manejan en su negocio?

R: Los datos son esenciales para conocer la marcha del negocio, evitar desviaciones -anticipándose a ellas-, y tomar decisiones con confianza. De hecho, muchas bodegas ya utilizan la sensórica (captación de datos mediante sensores y envío de datos en tiempo real) en el viñedo para extraer datos tales como la acidez del suelo o el grado de humedad; conocer estos datos, prácticamente en tiempo real, permite actuar sobre el terreno de forma preventiva para corregir posibles efectos negativos en la vid. Hay también ejemplos interesantes de análisis avanzado de datos a través de soluciones de business intelligence en el ámbito de los procesos de gestión; atañen no solo los departamentos puramente financieros o de ventas, sino también a las unidades de gestión de producción, enoturismo o marketing. Está claro que disponer de una plataforma de gestión que integre todos estos datos y los presente de forma gráfica e interactiva es casi una necesidad. Con estas herramientas se hace un seguimiento exhaustivo de los principales indicadores (KPIs) de cada proceso o actividad, lo que se traduce en una visión real del negocio y en una capacidad mayor para actuar en consecuencia con seguridad.

«Los datos son esenciales para conocer la marcha del negocio, (…)conocer estos datos, prácticamente en tiempo real, permite actuar sobre el terreno de forma preventiva para corregir posibles efectos negativos en la vid. Hay también ejemplos interesantes de análisis avanzado de datos a través de soluciones de business intelligence en el ámbito de los procesos de gestión; atañen no solo los departamentos puramente financieros o de ventas, sino también a las unidades de gestión de producción, enoturismo o marketing»

P: En un contexto donde el cambio climático preocupa especialmente a sectores como el vitivinícola, ¿cómo puede la tecnología ayudar a las bodegas a adaptarse a esta nueva realidad? ¿Qué avances podemos esperar de la tecnología venidera?

R: Es cierto que el cambio climático está afectando al sector vitivinícola, y lo seguirá haciendo en el en futuro. Ante esto, ya están actuando en consecuencia muchas bodegas, anticipándose a lo que será una realidad en poco tiempo, con acciones encaminadas a paliar los efectos sobre el terreno y la planta: uso responsable de los recursos hídricos, análisis pormenorizados de las propiedades del suelo, racionalización del uso de productos fitosanitarios o la exploración de variedades adaptadas al nuevo entorno son algunas realidades.

En este sentido, las TIC son clave en este proceso de adaptación. La viticultura de precisión (con la sensórica y el vuelo de drones como elementos destacados) y tecnologías como el big data, machine learning, o soluciones de inteligencia artificial (AI), permiten realizar análisis y predicciones del rendimiento y calidad de la cosecha; la detección temprana de enfermedades, plagas o daños climatológicos; o racionalizar el uso de agua y fitosanitarios según necesidades reales del viñedo. La tecnología, pues, no solo ayudará a los viticultores, sino que será una gran aliada de las bodegas para afrontar con éxito el nuevo escenario medioambiental.

Si bien es cierto que estas tecnologías pueden resultar, a priori “futurísticas y lejanas”, poco a poco, y con matices, iremos interiorizándolas en nuestras organizaciones. Pensemos “la revolución” que supuso en su día oír hablar de las soluciones basadas en “la nube”, de “vendimias automatizadas”, o del vuelo de drones para asistir a los enólogos en sus labores de seguimiento del campo… La realidad es que la tecnología sigue avanzando en potencia y capacidad, y sus aplicaciones prácticas se van extendiendo poco a poco, con responsabilidad y cautela, a todos los sectores.

«La tecnología no solo ayudará a los viticultores, sino que será una gran aliada de las bodegas para afrontar con éxito el nuevo escenario medioambiental»

P: La tecnología puede aplicarse desde el viñedo, a los procesos de venta, pero también en otras áreas que aún están dando sus primeros pasos, como el enoturismo ¿En qué pueden ayudar las nuevas tecnologías?

R: Las bodegas han descubierto en el enoturismo una nueva área de negocio. Como muestra de la importancia que tiene, según los últimos datos de ACEVIN, las bodegas y museos pertenecientes al Club de Producto Rutas del Vino de España reciben unos tres millones de visitas al año, con un impacto económico superior a los 80 millones de euros. Es una actividad creciente, y las bodegas están dando los pasos para ofrecer la mejor experiencia al turista de vino.

Para aprovechar todo el potencial de este negocio se han diseñado soluciones de gestión integral de enoturismo, que engloban todos los procesos que constituyen el “viaje” del enoturista, antes, durante y después de su visita a la bodega. Entre ellos sobresalen la promoción, comunicación y venta de servicios enoturísticos (captación, información, reservas…); la planificación y gestión de las grupos, actividades y recursos de enoturismo; o el despliegue de acciones post-visita (encuestas, seguimiento, acciones fidelización y venta cruzada…), sin olvidar el análisis cuantitativo y cualitativo del modelo de negocio turístico y la implementación de posibles mejoras o acciones de marketing digital dirigidas a potenciar el valor de marca.

P: Tipsa organiza encuentros periódicos con los profesionales del sector para poner al día los nuevos avances en la transformación digital vitivinícola. ¿Está previsto un nuevo evento?

R: Sí. Estamos trabajando, junto a Microsoft y otras entidades colaboradoras en la organización de la IV edición de WineTech Forum, una jornada destinada a difundir de forma didáctica los principales avances y buenas prácticas en tecnología de gestión para el sector vitivinícola; conoceremos ejemplos reales de bodegas y cooperativas ya iniciadas en su digitalización- y revisaremos, de mano de expertos, algunas oportunidades y retos de mercado a los que se enfrentan los profesionales del sector del vino. Está prevista que la cita sea el próximo mes de mayo.

Susana Molina

Periodista especializada en el sector del vino.