Una Aventura Deliciosa: La Tarta de Queso y sus armonías

¿Quién dijo que la tarta de queso era solo un postre?. ¡Nada de eso! Esta delicia cremosa y suculenta, nos invita a disfrutarla en todo momento, y lo mejor es acompañarla con una selección de vinos que realcen su sabor. Celebremos el pasado Día Internacional de este delicioso postre, disfrutándolo con su pareja perfecta.

¡Prepárate para una aventura de sabor, mientras exploramos las maravillas de la tarta de queso y sus armonías!

Con su textura suave y su excelente sabor, es una verdadera amiga en el mundo culinario. Desde la clásica, con galleta triturada, hasta las versiones modernas, con frutas o chocolate, esta delicia siempre nos deja con ganas de más. Su versatilidad es asombrosa.

En primer lugar, hablemos de la versión clásica. La tarta de queso con su base de galletas y el suave relleno de queso crema. Combínala con una copa de Tres Lustros, de Gramona. El efecto burbujeante y fresco del espumoso, hará que cada bocado sea una auténtica fiesta para tus papilas gustativas. Esta armonía te hará ser «Unstoppable«, como en la canción de Sia.

Si, por la influencia de Barbie, te va más el rosado, Oriol Rossell Reserva, de la Propiedad Rosé 2017, te va a sorprender. Un cava con edad y elegancia, que puede ser la compañía perfecta de la tarta de queso manchego. Dos sabores exquisitos y  complejos, que se pueden unir al ritmo de la versión de «Dream on» de Eminem y Aerosmith. Para mi es»Brutal».

Continuemos con algo más fresquito y frutal. Prueba la famosa «New York cake»,  con frutas del bosque y vino rosado. La acidez y los matices afrutados del Larosa, de Bodegas Izadi, realzarán el sabor de las frutas y el dulzor del postre, creando una combinación perfecta en el paladar. La canción de la Burbu, se va a quedar corta al lado de éste «pack experience». Además,

¿Amante del chocolate? Entonces, te invitamos a un emocionante encuentro entre una tarta de queso con chocolate y una copa de Ceràmic 2020, un monastrel de Vicente Gandía. Dos sabores ricos y complejos, donde el tinto realzará las notas del cacao y los matices ahumados del chocolate, creando una explosión de delicias para los sentidos. Si además, de música de fondo, pones la canción de Belarus de 2014, quizá el cheese cake seas tú.

¡Pero espera, que hay más!. La diversión no tiene límites cuando se trata de este manjar. ¿Has oído hablar de la tarta de queso arcoíris?. Esta creación colorida combina los sabores de la tarta de queso, con capas de gelatinas y frutas frescas. ¡Una explosión de colores y sabores que nos transporta a un mundo lleno de alegría y diversión!. Imagínate armonizarla con una refrescante sangría, Lolailo bío, por ejemplo. La mezcla de vino tinto, frutas y burbujas de la sangría, se entrelaza con la explosión de colores y sabores de la tarta de queso arcoíris. Y tal como dice su campaña: Sonríe, baila, disfruta…, eso sí al ritmo de Justin Timberlake y su «Can´t stop the feeling«, o de «On the top of the world» de Imagine Dragons. Además,

Ahora, ten cuidado, puede que si vas al supermercado te encuentres con el cantante de los Cheffersons. Huye rápidamente, no vaya a intentar enseñarte «los secretos de su cheese cake». Si es así, vete a la sección de vinos, y anímate la mañana con un palo cortado Península de Lustau. Un escudo perfecto ante los ligones de verano, que va estupendamente con una quesada pasiega y unas «Flowers«, de Miley Cyrus.

En resumen, la tarta de queso, y sus maridajes con vino, son una fiesta para los sentidos. Desde las versiones clásicas, hasta las más audaces y coloridas, nos invita a explorar y disfrutar. Así que, queridos amantes del buen comer y beber, la próxima vez que tengáis una delante, no dudéis en combinarla con un vino que os guste. Dejad que os transporte a un mundo de sabores deliciosos y música divertida. ¡Salud, buen provecho y a disfrutar del verano! Además

María Giménez

Directora de La Gaceta del Vino