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Keep it calm and trust the Sommelier

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Después de un par de meses de no parar y no poder ni sentarme a escribir quería regresar con mi experiencia sobre la vendimia de este año, pero algo que ha ocurrido recientemente me ha hecho cambiar de opinión y salir de mi letargo con ganas de hablar de algo que nos afecta a todos los sumilleres de manera muy directa.

Recientemente ha salido a la luz un artículo en el que al gran Guillermo Cruz será juzgado por lo penal y le piden dos años de cárcel por diversas razones, apropiación indebida y estafa. Pues bien, como gran defensora de la presunción de inocencia confío en nuestro sistema de justicia, pero lo que a todos nos afecta como profesionales es que se pone en duda nuestra labor.

Como gran defensora de la presunción de inocencia confío en nuestro sistema de justicia, pero lo que a todos nos afecta como profesionales es que se pone en duda nuestra labor.

Quiero decir que sea o no sea cierto no me voy a meter puesto que no me compete ni va a cambiar el resultado, pero si quiero transmitir mi pesar sobre el hecho de haber visto estos titulares en prensa nacional y cualquier persona, es decir, cliente se haga eco de estos hechos y perdamos todo ese camino andado en el último par de años donde el cliente había cedido una parcela de su confianza a la figura del sumiller a la hora de hacer su elección sobre el vino y no solo el cliente, también el empresario, que con una figura como la nuestra y una buena gestión de bodega se pone en alza el valor del local y la imagen.

Recordemos que el hecho de salir a cenar y descorchar una botella de vino para algunos forma parte de su vida casi diaria, pero en muchos casos de los mortales se convierte en un acto especial y abrir un vino para celebrar significa grabar una etiqueta, un sabor y un recuerdo en la memoria de esas personas.

Cuando una pareja elige nuestro restaurante para comprometerse con las miles de opciones se existen y piden un vino para esa ocasión tan especial que en algunos casos solo ocurre una vez en la vida yo me siento en la obligación de responder con agradecimiento, que nos permitan formar parte de ese recuerdo dedicándole uno minutos a intercambiar palabras con ellos y después recomendarles lo que a mi criterio son opciones que encajen en gustos, presupuesto y les sorprenda.

Si esa confianza se rompe en lugar de hacernos partícipes de ese momento lo que ocurrirá es que nuestra intención de crear un momento especial e inolvidable y se pondrá en entre dicho esa recomendación o puede que incluso la veracidad del producto lo que afecta ya no solo al Sommelier si no también al productor.

Por eso quiero guiar vuestras miradas a sumilleres como Diego González, quien recientemente se ha alzado con el VII premio de Ruinart Challenge, título que se suma a un año de éxitos y que no tiene fin. Gran profesional y gran persona, figuras como la suya me enorgullece como representante de profesión. sommelier   

Él y muchos más nos mantienen la esperanza para que nuestro nombre y nuestra labor se pierda detrás de titulares tan oscuros, muchas gracias por ser como sois compañeros.      sommelier, sommelier   

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