Come on Barbie, let´s go wine!
En el resplandeciente mundo de los juguetes, una pareja icónica ha capturado la imaginación de generaciones enteras: Barbie y Ken. Y ahora vuelven a la carga en una de las películas más vistas de los últimos tiempos. Estos dos muñecos de moda han desatado una fascinante historia de amor, o no. No quiero hacer spoiler. Pero nosotros vamos a vivir nuestra propia historia de amor al vino de ambos personajes.
¡Acompáñame en este viaje, explorando la fascinante interrelación de Barbie y Ken con el mundo del vino!, aunque lo que voy a contar no tenga mucho que ver con la producción cinematográfica. Ya sabes eso de que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
Acto I: Un Encuentro Espumoso
Todo comenzó en 1961, en una glamorosa fiesta en la Villa de Dreamhouse, donde Barbie y Ken se encontraron por primera vez. Ken, se acercó a Barbie con una botella de Bollinger James Bond 007 Brut Champagne 1961. Nada podía prepararlos mejor para la burbujeante chispa que surgió entre ellos, aunque todavía quedan muchas cosas que contar. Incluso para el champán, que tiene su propia historia desde que Bollinger se alió con el productor cinematográfico Albert Broccoli. Pero de eso hablaremos otro día.
Acto II: Caminando entre Viñedos
Su amor por el vino les llevó a viajar por el mundo, visitando los viñedos más prestigiosos. Juntos se paseaban entre las vides, disfrutando del aroma embriagador de las uvas. Barbie recorría Navarra, descubriendo una paleta de sabores tan diversa como su propio guardarropa. Uno de sus favoritos fue Blaneo rosé, un vino elegante 100% garnacha, que disfrutó en una visita a la bodega. Por otro lado, Ken empezó a cambiar su tinte rubio, por uno más natural, y en la visita vino-cultural a Bodegas Otazu, no pudo resistirse a su 100% Cabernet Sauvignon, mientras disfrutaba de la experiencia de naturaleza y arte.
Acto III: Armonía perfectas
Como cualquier pareja apasionada por el vino, Barbie y Ken disfrutaban de cenas con maridajes perfectos. En su visita por Ribera de Duero, a Ken, que ya había cambiado su» look surfero» y estaba empezando a tener criterio propio, le encantó Cuesta de las Liebres 2018, de Pago de Carraovejas, acompañado de la carrillera de cerdo ibérico de Ambivium. Por otro lado, Barbie, fanática del vino blanco, descubrió que una copa de Albillo 2022 0,75L de Abadía Retuerta, después de salir del spa de la bodega, era una armonía perfeta.
Acto IV: Andalucía
Aunque su amor por el vino les unía, Barbie y Ken también tenían sus pequeñas diferencias en cuanto a preferencias enológicas. Ella optaba por los vinos generosos, que descubrió en su paso por Andalucía, particularmente el Palo Cortado de Cayetano del Pino; le parecía imbatible su relación calidad-precio. Y si además se le acompañaba de un poco de flamenco, las juergas eran mejores que las de la propia Ava Gadner.
Ken, por su parte, se había dejado el pelo largo, y estaba pensando trasladarse a vivir a la costa gaditana. Una gitana le había robado el corazón, al igual que el eléctrico bombilla, en su paso por Montilla Moriles.
Sus planes favoritos eran ir al Atenas Playa Restaurante & Beach Club Chiclana. Allí, Barbie disfrutaba de buena música en directo, en buena compañía, compartiendo una botella de Champán Blason Rosé de Perrier-Jouët. Mientras tanto, Ken tomaba el sol en compañía de Marifé, una muñeca que taconeaba encima de la caja de muchos televisores españoles, y que perdió su fama cuando llegaron las pantallas de plasma. Ambos, disfrutaban de su anonimato al son de una botella de Fino granero, alejados de los paparazzi.
Acto V: Celebrando la Vida con Vino
Con el tiempo, Barbie y Ken aprendieron que el vino no solo era una bebida, sino una metáfora para celebrar la vida. Cada botella abierta contaba una nueva historia de amistad. Barbie pensó en tener su propia marca, al igual que otros famosos como Kilie Minogue o Cameron Díaz. Le encantaba el estilo del Sinfo Rosé, un vino de Cigales premiado en Francia, y quería negociar con la bodega; veremos si lo consiguió.
Ken, por primera vez en su vida, se sentía libre, y había encontrado una compañera española que le entendía perfectamente. Juntos recorrieron los viñedos del mundo, y descubrieron grandes vinos en todos los lugares. Su vida se llenó de olores y sabores, Guitián Fermentado en Barrica, de Valdeorras, Vulcano, de Lanzarote, El Pacto de Cárdenas 2020, de Rioja, …
Epílogo: La amistad es como el Vino
Así es como la historia de amistad de Barbie y Ken, como el vino mejora con el tiempo, se enriquece con las experiencias compartidas y, sobre todo, es una fuente interminable de alegría. Estos amigos siguieron compartiendo botellas, y buenos momentos. De hecho, prepararon una cena para disfrutar de los 4 vinos merecedores de los 100 puntos Peñín. A Barbie le gustó más el Vega Sicilia Único Reserva Especial (2010, 2011 y 2012), sin renegar de una botella de La Rioja Alta Gran Reserva 890 2010. Ken y Marife, prefirieron el Pazo Señorans Selección 2013 y el Pingus 2021. Una cena inolvidable para todos.
Así que, la próxima vez que levantes una copa de vino, recuerda la encantadora historia de Barbie y Ken y brinda por la amistad, la diversidad y la pasión que esta bebida milenaria nos brinda. ¡Salud y amor en cada sorbo! 🍷💕
Directora de La Gaceta del Vino
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