Francia recupera la senda de la normalidad
Con la mosca aún detrás de la oreja por los problemas que el calentamiento global está causando en Francia, en forma de hielos, sequías, granizadas y todo tipo de desgracia, el país vecino afronta, por fin, una cosecha que tiende a la normalidad tras las vicisitudes de la campaña 2017 en que el vino elaborado apenas alcanzó los 37 millones de hectolitros, la peor campaña desde la segunda guerra mundial, según los productores.
Tras un año marcado por las heladas en cascada, la vendimia de 2018 se presenta tranquila y con un incremento sobre el pasado año que podría oscilar entre el 20% y el 25%, es decir que se movería entre 44 y 46 millones de hectolitros, lo que supondría una vuelta a la normalidad. Aunque las primeras impresiones apuntan hacia el segundo escenario, algunos expertos consideran que el efecto mildiu puede ser importante en algunas zonas de Burdeos, sudoeste y arco mediterráneo.
En la vendimia de 2018 se estima que Francia volverá a la normalidad, con un incremento entre el 20 y el 25%, es decir, una producción entre 44 y 46 millones de hectolitros.
En Burdeos, alrededor de 8.000 hectáreas se han visto afectadas por el pedrisco y el mildiu, en Charentes hay diversidad de opiniones entre las cifras oficiales y las de los viticultores. Pese al mildiu, zonas como Champagne, Borgoña, Beaujolais o Alsacia esperan cosechas importantes con vendimias más tempranas gracias a las elevadas temperaturas. Esta precocidad ha llevado a adelantar la vendimia en un mes en apenas 30 años con la consiguiente obligación de regar, allá donde se pueda, algo impensable hace unos años. Los viticultores están considerando que algunas denominaciones de origen deberían eliminar la prohibición del riego ante situaciones como esta y optar por modalidades como el goteo.
Los viticultores franceses están considerando que algunas denominaciones de origen deberían eliminar la prohibición del riego ante situaciones como esta y optar por modalidades como el goteo.
La parte negativa afecta a áreas como Languedoc-Rosellón, Córcega o el Sudoeste donde la producción estará por debajo de la media obtenida en los últimos cinco años.
Con esta situación, Francia vuelve a estar en disposición de competir en los mercados con Italia y España, los otros dos grandes productores mundiales, y revertir la situación de un año caótico, en el que España fue una de las mejor libradas gracias a la evolución del mercado.
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José Luis Murcia
Periodista. Presidente de AEPEV-FIJEV.
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Periodista. Miembro de AEPEV y FIJEV
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