Sequía
Llevo unos días, a finales de Julio, dándole vueltas a escribir algo sobre la sequía y su influencia en la uva, en el vinificación y demás… y lo mismo le da por comenzar a las tormentas. Cosas que pasan; de todas formas, para cuándo esto se publique,
No es fácil encontrar documentación sobre el efecto de la sequía sobre la uva; sin embargo sobre calentamiento global hay gran cantidad de trabajos, pero ese es otro tema que requiere medidas a medio o largo plazo.En España llevamos dos años seguidos de escasez de lluvias, y térmicamente anómalos, y lo que necesitamos es saber qué hacer con las vendimias que ya han llegado o están llamando a la puerta.
Igual que nunca llueve a gusto de todos, con la sequía pasa lo mismo; en zonas septentrionales, y no tanto,hay opiniones en el sentido de que la calidad mejora, pero todo esto es muy discutible. Para mí, quizás el referente más cercano en el tiempo sea la sequía de principios de los ’90, que coincidió con mi traslado de La Mancha a Rioja, y que duró varios años en el centro de la Península Ibérica. Recuerdo que el tiempo estaba loco y lo poco que llovía lo hacía en media hora; aguaceros y pedriscos eran habituales y perjudicaban más que ayudar. Pero la del ’94 es de las cosechas de Rioja que me han dejado mejor sabor de boca.
Impresiones personales al margen, lo que está claro es que la sequía trae siempre una cosecha irregular en cantidad y calidad. El primer factor es el riego, la posibilidad de aportar agua a la viña o no y la cantidad y momento de estos aportes son determinantes y los estudios sobre el tema son muchos y realizados por estudiosos de reconocida solvencia.
Otro factor importante son el binomio suelo-orografía, los suelos que más drenen y retengan menos agua serán más sensibles a la falta de esta, así como las zonas altas de las laderas, sobre las que el agua correrá acumulándose en las zonas bajas. Si se juntan ambos factores la vid sufrirá y será complicada la maduración.
Las variedades, clones y portainjerto también son importantes y tendrán más o menos resistencia a la sequía. La forma de conducción también es un factor diferencial estos años, un vaso siempre requiere menos agua que una espaldera. Resulta de suma importancia el manejo que se haga del viñedo, pues la reducción del posible exceso de carga y el mantenimiento de superficie foliar suficiente para que la uva “remate” es fundamental.
En definitiva que, salvo casos de viñedos muy localizados y homogéneos, nos podemos encontrar con una uva de calidad muy aleatoria y eso implicará que tendremos que estar muy encima de las uvas y aplicar vinificaciones muy variadas. Las recetas estos años funcionan mal. Insisto en que escribo a finales de Julio y las condiciones pueden haber variado, de todas formas habrá sido un repaso útil aunque sea para otra ocasión.
Javier Escobar
javier.escobar@elcorreodelvino.com
http://www.linkedin.com/in/javierescobardelatorre
Consultor y enólogo
Enólogo que escribe a ratos sobre los temas de los que sabe algo, o eso creo.
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