Alella, Mística Y Desconocida Parte VI

Bodega Joaquim Batlle: durante nuestra visita con Pedro Ballesteros (Master of Wine) y Rosa Vila nos dejamos llevar por el aire, recorriendo en un suave desliz las maravillosas vistas que se contemplan en esta bodega, situada en Tiana. Su proyecto nace en el año 1999, con una filosofía pionera, el respeto a la tierra.
Caminamos por las pendientes de la extensión de la finca, con terrenos pedregosos, una mirada que se escapa dentro del abismo que rodea la magnitud de las viñas. Desde lo alto podemos ver la Sagrada Familia, y la silueta de Barcelona de fondo.
Aromas de pino, herbales y matices plantas aromáticas rodean la viñas.
El trabajo duro, la constancia, consiguen que el día a día del cultivo de sus viñas sea su vida, expresa Quim, al que se le ilumina la mirada explicándonos todo su proyecto.
Durante nuestra visita, Quim nos invitó a probar directamente los mostos en pleno proceso, siempre es un lujo poder catar lo que será la próxima añada y opinar sobre ella.
Me sorprendió la sencillez, la familiaridad con la que nos acogieron, y, sobre todo, sus vinos: pasión, sabiduría y trabajo.
Las variedades cultivadas están muy diferenciadas, vinos blancos dentro de la Denominación de Origen de Alella, procedentes de la agricultura Ecológica, y con una producción muy limitada.
En sus vinos podemos observar el certificado CCPAE, que garantiza el proceso completo de la agricultura ecológica controlada.
Las tres variedades, Pansa, Picapoll y Garnacha, nos ofrecen miles de matices aromáticos con las que se elaboran varietales Foranell.
Todos sus vinos monovarietales hablan de territorio, de mar. Escucharle me ha fascinado, me ha creado muchas preguntas, y desde luego admiro la certeza de recuperar las variedades auctoctonas y llegar a conseguir unos vinos tan estructurados, con cuerpo, sublimes al paladar que recuerdan muchos aromas y con una producción muy limitada.
Vinos Bodega Joaquím Batlle:
Estructura gustativa ácida recordándo la manzana, estructurado, fresco, almendras y compota de fruta muy madura. Cacao, miles de especias, y una mineralidad intensa, recuerdos de sotobosque, flores blancas como el jazmín.
En boca es muy cremoso, carnoso, recordando el albaricoque y los frutos secos, como las almendras, con un final con cuerpo. Pomelo, mandarina acida, melocotón, plátano y lichi, un sinfín de frutas armonizadas entre ellas.
Sobre una base de manzana verde destacan los aromas de flores blancas (gesamí, azahar, mugget).
En boca es muy untuoso, carnoso, con reflejos de almendra, albaricoque y higos secos, pan tostado con azúcar y un final balsámico con toques a chocolate.
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Mar Galván
Enóloga, Experta en catas, Analista de Productos Agro-alimentarios, Escritora y Poeta.
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Fotos: Mar Galván

Delegada Cataluña Asociación Española de Periodistas y Escritores del Vino AEPEV – FIJEV.
Enóloga, Sumiller, Experta en catas, Analista de Productos Agro-alimentarios, Escritora y Poeta.
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