El nuevo rosado pálido de Rioja Vega
Rioja Vega lanza al mercado un nuevo vino rosado de producción limitada con el que busca resaltar la tipicidad de la Garnacha Tinta a través de sus aromas frutales y su plenitud en boca.
La bodega centenaria apuesta por resaltar la identidad de la Garnacha Tinta, variedad mediterránea de origen español que en los viñedos de Rioja Vega recupera el valor de sus orígenes: una variedad versátil y repleta de matices. Una uva con cuerpo y complejidad tanto de aromas como de sabores.
En palabras de su creadora, la enóloga Esperanza Elías: «Rioja Vega 1882 Rosado es un vino elegante y sofisticado. Una elección encantadora para ocasiones especiales». Elías añade «es un vino muy polivalente en las opciones gastronómicas que ofrece»
Este rosado procede de la finca ‘La Real’, una finca de garnacha de 2,6 hectáreas que se encuentra a 370 m. de altitud. Se caracteriza por sus suelos con estructura entre franca y franco-arenosa que favorecen la obtención de vinos elegantes y aromáticos.
Este nuevo vino rosado ha sido elaborado mediante la técnica de «escurrido» en la que apenas hay maceración pelicular por ser muy breve el contacto con las pieles. La extracción del mosto se realiza a partir del escurrido estático de las uvas, sin aplicación de presión. La vendimia en las primeras horas de la mañana junto con los escasos minutos transcurridos hasta el escurrido del primer mosto, favorecen su protección y mantiene su frescor y carácter floral.
El resultado es un cristalino vino rosado, muy brillante y de tonalidades mínimas, entre rosa palo y asalmonado pálido. En nariz es un vino delicado con aromas a flores blancas y fondo con elegantes notas anisadas e hinojo. En boca resulta equilibrado y goloso. Conjuga untuosidad con frescura, un final especiado y buena persistencia aromática.
Redacción La Gaceta del Vino
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