Humedales construidos, una solución sostenible para las aguas residuales de la bodega
Según los cálculos del grupo de investigación de Ingeniería Ambiental y Microbiología de la Universidad Politécnica de Cataluña, se emplean entre tres y seis litros de agua en la bodega para producir un litro de vino.
Esto supone la generación de una gran cantidad de aguas residuales que necesitan ser depuradas. Además, el ciclo de elaboración del vino produce residuos muy dispares en los distintos meses del año, siendo en época de vendimia cuando más demanda de agua existe y también cuando más sólidos arrastran las aguas residuales.
Anna Garfí, investigadora del citado grupo de la Universidad Politécnica de Cataluña, expuso en una jornada organizada por la Plataforma Tecnológica del Vino y Agrobank, cómo los humedales construidos pueden convertirse en una solución sostenible para las bodegas basándose en los primeros resultados del programa europeo WetWine (2016-2019)
Humedales construidos ¿qué son?
Se trata de un sistema de filtrado de aguas residuales que imita a la naturaleza, en el sentido de que se sirve de la decantación natural producida por las gravas, arenas y raíces de plantas. Las aguas pasan por un vaso cuya capacidad estará adaptada a las necesidades de cada bodega, construido en hormigón y posteriormente impermeabilizado. En su interior se depositan varias capas de material filtrante (arena y grava) sobre el que se planta vegetación autóctona.
Los lodos resultantes del filtrado natural se desecan y pueden utilizarse como abono, mientras que las aguas depuradas pueden destinarse al riego. Todo ello en una instalación de bajo impacto paisajístico, que no utiliza productos químicos y supone un consumo energético casi nulo y necesita de un mantenimiento bastante sencillo.
Tanto los costes como el impacto ambiental se reducen considerablemente frente a otras opciones de gestión de aguas residuales más frecuentes, como la contratación de un gestor de residuos externo.
El proyecto WetWine 2016-2019
WETWINE es un proyecto del Programa de cooperación transnacional Interreg Sudoe cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional en el que participan ocho socios de España, Portugal y sur de Francia.
El objetivo principal de WETWINE es promover el uso racional de los recursos hídricos y su revalorización, limitando la generación de residuos y la contaminación de suelos y aguas.
Cuenta con un software en el que cualquier bodega puede simular la creación de un humedal construido como sistema de gestión de aguas residuales, teniendo en cuenta sus necesidades, costes y legislación vigente en su zona.
Para ello el proyecto WETWINE ha construido una planta piloto en Galicia basada en la combinación de un sistema anaerobio y de humedales construidos de tratamiento de aguas y lodos que permitirán testar este sistema de tratamiento adaptando las estrategias de diseño y operación a las características y particularidades de las aguas residuales de la bodega, verificando las condiciones de funcionamiento en las diferentes épocas del año.
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