Radiofrecuencia para sustituir a los tratamientos químicos en el lavado de barricas
La empresa española Cleanwood Technology idea un sistema de regeneración y limpieza de barricas sin necesidad de aplicar tratamientos químicos. Se trata de un proceso por medios físicos que no solo limpia las barricas, sino que las devuelve a su estado inicial, alargando así su la vida útil.
El sistema Cleanwood se posiciona como la alternativa al uso de compuestos químicos, como es habitual en este proceso y, según explica Bernardo Ausejo, cofundador y CEO de la empresa: “es la demostración de que se puede hacer vino sin química”.
Esta innovación es fruto de varios años de investigación y ya se implementa con éxito en bodegas como Beronia, perteneciente al grupo González Byass, primera bodega del mundo que la utiliza para la regeneración y desinfección de sus barricas.
Sustitución de los tratamientos químicos por MwSP en la limpieza de barricas
Gracias a un tratamiento con ondas de alta frecuencia esta tecnología limpia la barrica, por ahora pensado para las de 225 litros, y regenera la madera, con un proceso que dura menos de cinco minutos. La tecnología, denominada ‘Microwave Shock Pulse’ (MwSP), abre los poros y consigue lixiviar los restos de vino embebido en la madera, así como los microorganismos existentes causantes de alteraciones organolépticas en el vino como el brett. De esta forma, se recupera la microoxigenación de la madera, a su estado inicial, y se evita introducir químicos para contrarrestar la acción de los microorganismos que pueden quedar presentes mediante otras técnicas de lavado de barricas. Con nuestra tecnología “no se trata de disimular defectos, sino de que no estén”, explica el CEO.
El sistema está pensado para que las ondas lleguen a todos los puntos de la barrica, incluso debajo de los elementos metálicos. Mediante la creación de un campo homogéneo de ondas de radiofrecuencia controladas por un algoritmo se garantiza la desinfección, así como la no alteración del perfil organoléptico de la madera. A través de un software se controla también la intensidad y tiempo de limpieza, en función del estado de la barrica. Además, la temperatura alcanzada es de 65º máximo, lo que reduce el estrés frente a un tratamiento convencional por vapor. Tras la aplicación de ondas, se somete a un corto lavado a baja presión de agua caliente, para retirar todos los restos de vino, después se somete a un lavado con agua fría que cierra los poros de la madera de nuevo, y, finalmente, se acaba con un secado.
Mediante la creación de un campo homogéneo de ondas de radiofrecuencia controladas por un algoritmo se garantiza la desinfección, así como la no alteración del perfil organoléptico de la madera.
Durante los dos últimos años, la empresa ha realizado más de 500 ensayos de cultivo y citometría que reflejan el éxito de este tratamiento para la erradicación de Brett, pues, en comparación con uno convencional, reduce la población de levaduras viables activas en la barrica de forma inmediata. También han visto cómo ha aumentado la capacidad para la cesión de compuestos aromáticos propios de la crianza en barrica, tras someterlas a este tratamiento, como la trans-whiskylactona, el cis-whiskylactona, la vainillina, la acetovainillona y el siringol.
Así, esta nueva forma de limpieza, además, augura una vida útil de las barricas más longeva. Desde el segundo, al noveno año de uso, va perdiendo la aportación que puede hacer al vino durante su crianza. Sin embargo, con este sistema se recuperan sus capacidades hasta su estado inicial: “puede tener una vida casi infinita”, afirman.
Aunque supongan un avance hacia los objetivos de sostenibilidad que tanto se reclaman en la actualidad, admiten que han sido muy criticados desde las tonelerías. Las bodegas poco a poco se van convenciendo de su eficacia: en España cuentan con más de 50 clientes, pero, explican “el sector es aún reacio a la tecnología”. Sin embargo, son optimistas: “estamos avanzando mucho en países como EE. UU., Francia o Italia”.
El coste por limpieza de barrica parte de 20€, “es un coste mínimo si comparamos lo que supone comprar una barrica nueva”, comenta Bernardo. Cuentan con diversas modalidades: desde alquiler de maquinaria, a desplazamiento puntual hasta la bodega, pasando por servicio de limpieza en su central, para bodegas con un parque de barricas menor.
Periodista especializada en el sector del vino.
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