Los efectos de Filomena en el sector del vino
La nieve siempre es bien recibida en el sector del vino, aunque los efectos de la borrasca Filomena sobre nuestra geografía han excedido límites habituales e incluso alcanzado cifras récord. Se han superado algunas estimaciones iniciales de la Agencia Estatal de Meteorología de España (AEMET) y se han registrado temperaturas mínimas en torno a los 34 grados bajo cero en cierto puntos del país, así como niveles de nieve acumulada por encima de los 40 centímetros que no se recordaba en décadas, como ha ocurrido en Madrid.
La agricultura y la ganadería se han visto afectada de forma desigual. Algunos cultivos como la vid no se han visto dañados, en principio, y otros esperan los beneficios que las precipitaciones puedan dejar para las reservas hidráulicas. Sin embargo, otro cultivos se han visto afectados por las bajas temperaturas, y otros están pendientes de los efectos negativos que podría causar el hielo. En cuanto a la ganadería, se han generado pérdidas por los daños causados en estructuras, y se han tenido que realizar incluso operaciones con ayuda de helicópteros para alimentar a cabezas de ganado que se habían quedado aisladas por la nieve.
Por otro lado, queda aún evaluar las pérdidas, no solo a nivel de producción, si no las provocadas por daños estructurales. Mientras tanto, en las áreas rurales, tractores y demás maquinaria y herramientas se reconvierten en quitanieves para reestablecer las comunicaciones y volver cuanto antes a la normalidad.
El viñedo ha sido uno de los cultivos menos afectados.
Las heladas son temidas en el sector cuando la planta se encuentra en brotación pero, ahora, al estar la en reposo vegetativo absoluto, no debería verse afectada por este temporal. Según explica José Ángel Morosós, profesor de Viticultura de la ETIA de Ciudad Real (Universidad de Castilla-La Mancha): “la vid es de los cultivos que menos van a sufrir con las nevadas y las heladas”. Y puntualiza: “El frio cuando viene en su época es benficioso, otro tema sería que apareciera cuando se iniciara el lloro de la viña”.
A pesar de resistir el frío, Amorós admite que “temperaturas de diez grados bajo cero en determinadas zonas no son normales y puede que en la brotación veamos alguna yema que ha fallado”. En cuanto a las temperaturas bajo cero de récord a las que se ha llegado, por debajo incluso de -35 grados, al haberse producido tras una nevada “lo que queda debajo de la nieve queda protegido, no suele bajar de 2 grados bajo cero”.
De esta nevada sólo queda esperar los posibles beneficios que pueda dejar, al derretirse, que podría contribuir, a nivel de viña, a contar con reservas de agua para el verano, y, a nivel general, a mejorar las reservas hidráulicas.
La bodega de Luis Llach se derrumba por la nieve
Sin embargo, a nivel estructural en el sector del vino sí que se han tenido que lamentar pérdidas tras el paso de Filomena. Es el caso de la bodega Vall Llach, situada en Porrat (en el Priorat), fundada por Lluís Llach. Debido a la nieve acumulada, se derrumbó el tejado de la parte de la bodega donde vinificaban y almacenaban el stock de vino. Aseguran que han perdido parte de la producción de 2020 y tendrán que evaluar el estado del resto del vino de otras añadas.
Redacción La Gaceta del Vino
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