La WBWE da el pistoletazo de salida del vino nuevo
Aunque aún es pronto para hacer balance de lo que va a suponer la celebración de la XI Edición de la World Bulk Wine Exhibition (WBWE) de Ámsterdam, clausurada el pasado martes, 3 de diciembre, todo parece indicar que el mercado se aviva en operaciones y precios tras la ralentización de la pasada campaña como consecuencia del enorme cosechón obtenido a nivel mundial.
Los vinos a granel de calidad, los que portan sello de variedad, indicación geográfica, denominación de origen o ecológico son inicialmente los demandados y aquellos por los que las cotizaciones se incrementan en mayor grado.
La constatación a nivel mundial de una cosecha moderada, tanto en el hemisferio sur como en el hemisferio norte, ratificada durante las conferencias de la cita de la capital holandesa, por Pau Roca, director general de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), nos lleva a pensar que la dinamización del mercado, patente según la mayor parte de expositores consultados, va a ser una realidad en breve. Si bien es cierto que el mercado se mueve siempre por la variable oferta-demanda, también es importante el factor psicológico que lleva a los compradores a buscar el tipo de vino que necesitan en cuanto la cosecha es baja o moderada, como es el caso de la actual.
Los vinos a granel de calidad, los que portan sello de variedad, indicación geográfica, denominación de origen o ecológico son inicialmente los demandados y aquellos por los que las cotizaciones se incrementan en mayor grado gracias al incremento de la demanda de países envasadores y netamente exportadores como es el caso de Reino Unido, Holanda, Bélgica o Lituania.
Caso aparte merecen también otros mercados de países productores como Alemania, Italia, Francia o Estados Unidos, además de Portugal, que compran y reexportan buena parte del vino adquirido en otros mercados como España, Australia, Chile, Argentina o Sudáfrica, por poner algunos ejemplos.
El mercado del vino se ha vuelto más global que nunca en unos intercambios internacionales que a países como España, Francia o Italia les beneficia de forma considerable.
El mercado del vino, pese a Trump, se ha vuelto más global que nunca en unos intercambios internacionales que a países como España, Francia o Italia, los grandes productores mundiales junto a Estados Unidos, les beneficia de forma considerable, ya que dinamiza el sector e incrementa el valor añadido en función de la calidad ofertada. Esa es precisamente la sensación experimentada, pese a que cada uno habla de la fiesta según le va, por buena parte de los ofertantes de vino en la capital holandesa.
En el caso de España, la progresiva elaboración de vinos a granel con “apellidos” (vitola de calidad de origen, variedad o singularidad en la elaboración) ha permitido que los años de gran cosecha los precios de vinos básicos bajen, y mucho, pero, a la vez, los vinos de calidad han continuado siendo demandados con unos precios con menores oscilaciones. Y es que la calidad, premisa de la WBWE desde su inicio, tiene recompensa.
Periodista. Miembro de AEPEV y FIJEV
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