Vinos solidarios: el doble placer de tomar un vino por una buena causa
Además de producir, hoy en día las empresas también tienen muy presente sus valores, lo que se traduce en compromisos sociales que se suelen ver reflejados en los departamentos de RSC. Las bodegas no se han quedado atrás y llevan años contribuyendo a hacer un mundo mejor. Porque si hacer vino es bonito, también lo es donar parte de los beneficios a una buena causa.
Precisamente, hace apenas un mes Bodegas Protos entregó el premio V Brindis Solidario al proyecto “Apoyo a la investigación de la cura de la diabetes de tipo 1”. A pesar de que esta empresa siempre ha realizado diferentes colaboraciones con acciones sociales, en palabras de Carlos Villar, Director General de Protos, “a partir de 2015 aprovechando nuestro liderazgo en redes sociales, quisimos que fueran nuestros seguidores los que eligieran qué proyecto era el merecedor de la donación de 10.000 € que en esta ocasión fueron destinados a la ONG Diabetes Cero”.
Hace cinco años, la bodega Dehesa de los Canónigos nombró al periodista Óscar Campillo padrino de la Vendimia, donándole dos barricas de su vino de la cosecha 2014. Una vez que ya se ha embotellado y está listo para su comercialización, la familia Sanz Cid, propietaria de la bodega le pidió al periodista que escogiera a qué obra social se destinará el importe de su venta. En este caso, la iniciativa premiada ha sido Médula para Mateo, de la Fundación Unaentrecienmil quien recibió los 25.000 euros que se recaudaron por la venta del vino Dehesa de los Canónigos 2014 Edición Especial Óscar Campillo.
Por su parte, la familia Abellán de Bodegas Carchelo lleva años colaborando con diferentes causas sociales, pero en el año 2008 decidió dar un paso más y elaborar Autista, un vino cuyos beneficios se entregan a la Asociación de Personas con Trastorno del Desarrollo de tipo Autista de la Región de Murcia (ASTRADE). Elaborado con una proporción variable de Monastrell, Tempranillo y Syrah “este vino tiene un 30% de cariño, 30% de entusiasmo y 40% de ilusión y 0% de interés”, apuntan desde la bodega. Además, de todas estas peculiaridades, Autista es un vino muy mimado ya que pasa entre 15 y 20 meses en barrica.
Otra bodega que también destina sus beneficios, en esta ocasión a la lucha contra el cáncer, es Alemany&Corrio, con su vino Microscopi. La idea surgió en 2014 cuando la enóloga de dicha empresa creó el vino en agradecimiento al servicio médico que le había atendido en el Hospital Universitario Vall d’Hebrón. Con la primera añada su objetivo era conseguir fondos para un microscopio que era necesario para continuar con las investigaciones. Después ya se marcaron otros objetivos.
El Vino sin alcohol Win.0 se unió a la Asociación Española contra el Cáncer y crearon una edición exclusiva, de la que parte de los beneficios de sus ventas iban destinados a la investigación de dicha enfermedad. Carlos Moro, presidente de la empresa Sin Alcohol, comentó en su momento, “con este producto hemos querido aportar nuestro granito de arena en buscar una solución a esta tremenda enfermedad y apoyar de una manera más directa a todos esos winners que luchan en su día a día contra el cáncer.”
Aunque, como asegura Carlos Villar de Bodegas Protos, todas estas acciones “son inversiones muy costosas para las bodegas, hay que seguir echando una mano a ciertos proyectos. Debemos devolver a la sociedad, parte de lo que cada año recibimos de ella y que mejor manera de hacerlo que a través de entidades que desinteresadamente ayudan a los demás, ellos son los verdaderos héroes y protagonistas”.
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