El vino turco, a debate por la progresiva islamización del Gobierno

El viñedo turco, uno de los mayores del mundo con más de medio millón de hectáreas, se debate entre la modernidad y la creciente islamización de un Gobierno, pretendidamente moderado, pero tendente a la prohibición paulatina del alcohol.
Tras eliminar totalmente la publicidad, algo que también ha restringido la puritana Unión Europea, ha limitado la venta que solo puede realizarse entre las seis de la mañana y las diez de la noche, prohíbe su venta en los alrededores de colegios y mezquitas y ha suprimido la tradicional Fiesta del Vino, que ha sido sustituidad por una Fiesta de la Uva.
Aparte de multiplicar las tasas al vino, hecho que ha permitido aumentar el precio del vino en un 163%, en un 218% el de la cerveza y en un 272% el del raki, la bebida anisada emblema nacional. Sin embargo, el efecto ha sido el contrario, ya que el consumo interno se ha elevado, según France Press, desde 2008 a 2012 de los 38 a los 60 millones de litros.
Como quiera que el Gobierno ha incrementado, de forma importante, su recaudación fiscal hasta alcanzar los 1.800 millones de euros en 2012, el Gobierno está dando ayudas a la exportación para que el vino salga fuera de las fronteras, algo que es contestado por los pequeños vitivinicultores, quienes aseguran que el vino es uno de los grandes atractivos turísticos del país.
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