Del Community al Interim Manager

Si hace unos meses era la figura del “community manager” de lo que más se hablaba en la mejora de la comunicación de las bodegas en las redes sociales, últimamente se han venido sumando nuevas figuras profesionales ante la necesidad de abrir nuevos modelos de negocio y de aprovechar todos los canales de venta en el difícil y peculiar mercado del vi
La necesidad perentoria que tienen las bodegas de exportar, ante factores tan desalentadores como la caída paulatina del consumo nacional de vino por diferentes motivos; o de reorientar su red y fuerza de ventas, han propiciado que reputados directivos de bodegas se hayan abierto camino por su cuenta en numerosas empresas. Hablamos de los denominados “interim managers”, que no son más que profesionales que han demostrado con creces su valía en el sector y que pueden economizar los plazos para la puesta en marcha inmediata de decisiones estratégicas y estructurales en las bodegas.
Visto así, es cierto que puede verse con recelo el desembarco de un especialista en una compañía concreta, aunque su razón de ser no radica en perpetuarse en un puesto, si no en acelerar la toma de decisiones o la profesionalización de una empresa. Las áreas de Marketing, la Comercial y la Dirección General son las áreas de las compañía en las que más se inciden en la actualidad. Como ventajas principales, tenemos que no hay que hacer un desembolso previo en las tareas de selección del puesto, teniendo en cuenta que los contactos se simplifican a través de un “headhunter” –cazatalentos en inglés-. Es más, en los últimos años redes sociales de profesionales como “linkedin” han solucionado numerosas selecciones de personal casi a tiempo real, teniendo en cuenta las interacciones, recomendaciones y presentaciones que se promueves a través de esta herramienta de Internet.
Asimismo, la experiencia acumulada en años hace posible que se acorten los plazos normales de forma espectacular, a la hora de desarrollar planes estratégicos, de Comunicación y de Marketing. En este sentido, no es lo mismo empezar de cero, que utilizando una metodología y unas herramientas fraguadas desde hace años. No obstante, como en todo, en la situación actual también vivimos ejemplos de profesionales desesperados que no han sabido aprovecharse de su fama cuando estaban en la cresta de la ola y que ahora o no saben o no pueden materializar sus contactos.
En algunos de los brotes verdes que se dejan vislumbrar en las noticias, se informa en los medios de comunicación de que, en nuestra situación actual de crisis, se ha reactivado el interés en las empresas por contratar a directores financieros, responsables de Marketing y técnicos en Exportación. Por aquí, tendrá que ir el camino de las bodegas. En los resultados públicos de una de ellas, Miguel Torres, el 72 por ciento de la facturación corresponde ya a Exportación, mercado en el que ha pasado en el último año de 105 a 155 millones de euros. Las cuentas totales ascienden a 215 millones de euros, con un crecimiento cercano al 5 por ciento, que hubiera sido inviable sin el repunte de la facturación en el exterior.
No obstante, es cierto que aún es necesario profesionalizar muchas estructuras de bodegas, sobre todo en el sector cooperativo español, que parece que nunca dejará de ser ese gigante dormido. He escuchado de muchos expertos del sector que no todo el mundo sabe captar la idiosincrasia de los bodegueros, que tienen un orgullo muy por encima de aquellos que desarrollan otras muchas actividades productivas. El que hace vino, máxime cuando procede de una gran saga bodeguera, ha mamado el vino desde pequeño y su orgullo está presente desde que entra la uva en la bodega y hasta que se descorcha y se consume una botella de vino. Quizás, la imagen que tenemos de los bodegueros está más por la lucha entre familias y por los culebrones que nos han querido mostrar en la serie “Gran Reserva”, aspecto que hay que matizar mucho, porque no siempre se recoge de forma correcta una profesión en la pequeña pantalla. Es como la serie “Periodistas” que podíamos ver hace años en la que prácticamente nadie escribía en la redacción, cuando, normalmente, sucede todo lo contrario.
Decía lo de los brotes verdes, porque, desgraciadamente, en el sector hay numerosos expertos bien formados y con experiencia que están sin trabajo, pese a que se nos diga que determinados puestos de trabajo están siendo, o empezarán a estarlo, demandados. Aunque no son buenos tiempos para aventuras empresariales, también habría que abogar por crear consorcios de exportadores o de logística para que pequeñas y medianas bodegas puedan aprovecharse también de las nuevas necesidades del mercado.
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