La patronal de destiladores dice que empresas de brandy utilizan alcoholes no vínicos

Comunicado Prensa ADEVIN
En su Asamblea General Ordinaria del pasado mes de noviembre, ADEVIN (Asociación de Destiladores y Rectificadores de Alcoholes y Aguardientes Vínicos) acordó redactar y entregar para su difusión a los medios de comunicación el siguiente comunicado:
La legislación comunitaria define el brandy como la bebida espirituosa que se obtiene de aguardiente de vino con o sin adición de destilado de vino, es decir, mediante la utilización para su elaboración exclusivamente de alcoholes procedentes de la destilación de vino.
Desde hace algún tiempo, varias e importantes empresas elaboradoras y comercializadoras de brandy, acogidas al Consejo Regulador de la Denominación de Origen Brandy de Jerez, vienen fabricando para su comercialización fundamental o exclusivamente en el mercado nacional, una bebida espirituosa inspirada en el brandy, pero elaborada con alcoholes de origen agrícola distintos del vino, con el único objetivo de obtener una materia prima de menor coste. Esto, no supone en si misma ninguna vulneración de la legislación vigente desde el punto de vista de la definición de bebida espirituosa, pero en el menor de los casos, es de dudosa honestidad para con el consumidor cuando en lugar de comercializarla con una imagen propia, se comercializa con la misma o similar a la del brandy que han venido a sustituir.
Sorprende en este sentido la pasividad del Consejo Regulador del Brandy de Jerez cuando en su propio Reglamento establece la prohibición expresa de utilizar “nombres, marcas, términos, expresiones o signos que, por su similitud fonética o gráfica con los nombres protegidos puedan inducir a confusión con los que son objetos de esta Reglamentación” y no podemos salir de nuestro asombro cuando entre sus funciones, las del Consejo, está la de “velar por el prestigio de la denominación en el mercado nacional y extranjero”
Sin querer entrar en las consecuencias que esta práctica tiene para el sector vitivinícola, por cierto, embarcado en un costoso proceso de reestructuración generador de un muy importante potencial productivo en España, seguramente también demandado por los fabricantes de brandy, para la obtención de un viñedo rentable y que garantice la producción suficiente para el abastecimiento de las distintas alternativas de mercado y evite situaciones de desabastecimiento como las recientemente vividas, debemos reclamar el respeto para un producto que como el brandy es patrimonio de todos, desde el viticultor hasta el embotellador y ese patrimonio no puede dilapidarse justificándose con situaciones, que aunque difíciles, han sido coyunturales.
Reclamamos por tanto del sector del brandy que no participa de esta estrategia y de las organizaciones profesionales de bebidas espirituosas, incluido el propio Consejo Regulador de la D.O. Brandy de Jerez, por cierto única Denominación de Origen de Brandy existente, así como de las administraciones públicas competentes, tomen cartas en el asunto, analicen el escenario producido y obren en consecuencia.
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