La épica vendimia en los viñedos de A Ribeira Sacra

Los fuertes desniveles en las laderas de las montañas son uno de los signos de identidad de la comarca de A Ribeira Sacra, a medio camino entre Ourense y Lugo, pero también una característica fundamental de los vinos que en ella se producen.
En sus "socalcos" o" bancales", terrazas esculpidas en el terreno, nacen las cepas cuyo fruto, una cosecha de aproximadamente 5 millones de kilos de uva anuales, se transformará en los caldos amparados por la denominación de origen.
Se trata de una incomparable comarca cuyos representantes tratan de inscribir en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco por su valor natural.
En esa comarca se encuentra la bodega Ponte da Boga, en el municipio de Castro Caldelas, propiedad de la firma Hijos de Rivera, una cervecera gallega.
Inmersos en la campaña de recogida de la uva, en sus viñedos puede comprobarse como la mayor parte de los trabajos se hacen de manera manual, ya que lo escarpado del terreno impide el acceso de maquinaria o tractores.
El fruto de la vendimia es colocado en cajas que luego son transportadas por trabajadores por los bancales, mimando la uva para que llegue en óptimas condiciones hasta las bodegas.
La abrupta orografía de la zona influye en los trabajos de los agricultores durante el año para procurar su cosecha y requiere en algunas ocasiones un importante esfuerzo físico.
Hay veinticinco hectáreas de viñedo que Ponte da Boga tiene en esta denominación de origen, con cuyo producto -entre 1 y 1,5 kilogramos por cepa-, además del suministrado por proveedores de calidad de la zona, producen unas 300.000 botellas, ha explicado a Efe el enólogo de la bodega Dominique Roujou.
El enólogo ha confesado estar enamorado del fruto de esta tierra que, a los 14 años descubrió su pasión por el mundo de la vid y la cultura del vino.
En estos suelos de pizarra los agricultores cultivan diferentes variedades autóctonas, pero la mayor producción la acapara la variedad Mencía en vinos tintos, aunque también hay Merenzao, Brancellao o Sousón.
En cuanto a los vinos blancos, Godello y Albariño son los principales protagonistas, aunque la bodega cuenta con una plantación experimental de la "variedad Blanco Legítimo".
Desde el viñedo, las uvas son trasladadas a la sala de elaboración, una bodega excavada datada de finales del siglo XIX con capacidad para 300.000 litros y tanques de 15.000.
También hay lugar para los vinos en barricas, como es el caso de la marca Alaïs. Otra de las iniciativas puestas en marcha por la bodega es la que da origen al mencía "Bancales olvidados".
"Hemos seleccionado algunos viticultores de calidad" a los que se le "ofrece la ayuda especifica que necesite" además de comprar su producción a "un buen precio" para "conservar un patrimonio que se está perdiendo", ha apuntado Roujou, quien ha destacado su intención de alcanzar la excelencia en los caldos con un cultivo tradicional.
La mano del hombre y el potencial de la tierra de A Ribeira Sacra consiguen, además de crear un paraje único donde la naturaleza se convierte en arte, dar origen a unos vinos a la altura del marco en el que se producen.
EFE
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