La cosecha de 2013 en la D.O Ribera del Duero obtiene la calificación de «Buena»

A pesar de la dificultades del año la calificación mantiene a Ribera del Duero en una buena posición.
El Consejo Regulador de la Ribera del Duero ha otorgado la calificación de “Buena” a la cosecha de 2013 de la Denominación de Origen. El presidente de Ribera del Duero, Enrique Pascual, señaló que no ha sido “una añada fácil”, ya que la uva ha sobrevivido a los impredecibles vaivenes de la meteorología y ha hecho frente al ataque de la brotrytis”.
Pascual explicó que “los viticultores y bodegueros de la Ribera han actuado de forma ejemplar” y han realizado una minuciosa selección de la uva durante la vendimia en pro de la calidad.
La Mejor Sumiller de España 2013, Pilar Cavero, aseguró que también ha sido importante el trabajo de los enólogos y aventuró que la “añada va a ganar con los años”. “Se han superado las expectativas sabiendo que era un año difícil”, apuntó Cavero.
El secretario general del Consejo Regulador, Alfonso Sánchez, apuntó que para calificar la añada de 2013 se han tenido en cuenta más de 700 muestras de vino, que suponen 52 millones de litros de un máximo de 65 millones.
La cosecha de 2013, siguiendo la tónica habitual en la Ribera del Duero, estuvo notablemente condicionada por la climatología en la Denominación de Origen. Aunque la brotación de la vid se adelantó levemente, las temperaturas que se registraron durante la primavera, con valores más bajos de lo habitual, retrasaron ligeramente el ciclo del cultivo. Una circunstancia que resultó beneficiosa, pues ayudó a que fuera menor la incidencia de las enfermedades criptogámicas que estaban afectando numerosas zonas vinícolas del hemisferio norte, ya que la uva no presentaba la madurez necesaria para ser atacada por los hongos cuando se daban las condiciones para el desarrollo de la enfermedad.
La vendimia se desarrolló de forma acelerada, asegurando así evitar la posible incidencia de
enfermedades en el cultivo. Se recogieron más de 95 millones de kilogramos, lo que la convierte en la tercera vendimia de la historia de la Denominación de Origen en importancia cuantitativa.
Los vinos de la cosecha 2013 muestran una buena intensidad de color, ya estabilizado tras la fermentación maloláctica, destacando los tonos cardenalicios que indican juventud. En fase olfativa, se aprecian aromas muy frutales, basados especialmente en las frutas rojas, lo que dota a los vinos de la cosecha 2013 de un buen frescor de juventud y hará que, tanto jóvenes como robles, destaquen por la potencia frutal, a la que además se unen para dar complejidad tanto los tonos aportados por la madera como los recuerdos frescos del mundo vegetal, logrando finalmente un conjunto muy armonioso y lleno de juventud.
Por su parte, en boca se aprecia que son vinos con buena potencia y fáciles de beber debido a su frescor, marcado por la acidez natural que aporta esta cosecha. Será necesario comprobar cómo evolucionan en barrica, pero por el momento se observa que están tomando muy bien la madera.
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