Estiman mermas de hasta un 20% para la vendimia de este año en Argentina

Heladas, ola de calor intenso y el granizo, el combo que pone a la cosecha 2014 cerca de las tres más pobres de la última década.
Promete ser un pronóstico menos incidental que el de otros años, por efecto de una coyuntura difícil en cuanto a precios que requiere, según los que saben, una merma sustancial para modificarse. Igualmente, estimar el volumen de uva a recolectar en 2014 no deja de ser una herramienta de decisión importante, más aún cuando se proyecta una cosecha entre 15 y 20% por debajo de la del año anterior.
Con el hecho consumado de la intervención de la Provincia como comprador-vendedor de volúmenes (no sin críticas acerca de que el efecto buscado de elevar el piso llegará tarde), el dato suma al menú para la toma de decisiones tanto como el porcentaje en el que se cerrará el acuerdo diversificador entre Mendoza y San Juan, y el nivel de retención de stocks vínicos heredado de 2013 (clave para conocer cuántos productores-elaboradores no malvendieron su vino a falta de un precio acorde).
Un indicador que puede chequearse en el comportamiento del mercado una vez iniciada la compra “oficial” a $ 2,70 y $ 3 por litro, contado y financiado, respectivamente. No obstante, como pocas veces antes, el INV deja de lado el hermetismo de los días previos a difundir el pronóstico, al comparar anticipadamente a la vendimia nueva con los números de las de 2009 ( 21,8 millones de quintales) y 2012 (22,4 millones), hasta aquí las más pobres de la última década.
Cabe recordar que la cosecha 2013 había dejado 28,5 millones. Las estimaciones de los distintos sectores van desde un 12% y llegan, en el caso del relevamiento de los mismos productores y según la zona productiva, hasta el 20% de pérdidas, por efecto del difícil mix heladas-ola de calor-granizo.
El impacto en los tachos
Mientras desde distintas entidades insisten en poder participar con sus propios relevamientos de la confección del pronóstico, por ahora una preocupación es el impacto del temido combo en los rendimientos. Es que para los técnicos, tanto por heladas como por el excesivo calor, los corrimientos en la uva son un hecho: esto es, granos más chicos o racimos sueltos con menos bayas.
Malbec y cabernet están entre las variedades de alta gama más afectadas. Desde la Asociación de Viñateros advierten que la uva emblemática de la Primera Zona “no llegará a los 22 kilos promedio por tacho”, sino apenas a 19.
“Si hay menos vendimia, debería haber mejor precio. Pero impacta más la situación económica” coinciden Juan Carlos Pina, de Bodegas de Argentina, y Carlos Iannizotto, de Acovi, cuya estimación de mermas ronda el 16%. “Que haya menos uva no moverá la aguja”, dice otro dirigente.
A priori, la expectativa se centra en un paquete: cupo a mosto acorde (la carrera alcista del dólar mejora la perspectiva para el negocio y espantaría la previsión inicial de 10% de diversificación) y un equilibrio sustentable vía compra o Fondo Anticíclico.
Un censo de la Asociación de Viñateros de Mendoza discrimina oasis: se espera de 15 a 20% entre el Sur y zona Este, y no menos del 20% en el Norte.
Pablo Blas, secretario de la Asociación de Viñateros de Mendoza, confirma que “la uva malbec está muy corrida” y que la percepción de que a los lagares llegarán tachos más livianos, sobre todo en el Este y Gran Mendoza.
“El efecto final de las heladas en la madurez de la semilla se verá en la fermentación, aunque estoy convencido de que sea cual fuere la merma no modificará la coyuntura de precios. La intervención debió haber sido en noviembre para lograr un impacto a esta altura, pero a la vez ninguna medida será suficiente si el acuerdo Mendoza-San Juan se cierra por debajo del 30%”, redondea el representante de los productores.
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