Cuatro Rayas acelera las obras de sus nuevas instalaciones

Desde 1998, la producción de Cuatro Rayas ha registrado un crecimiento anual de un millón de botellas, para pasar de 11 millones a los 16 que elabora en la actualidad. Este aumento ha provocado que las actuales instalaciones de la cooperativa de La Seca se hayan quedado pequeñas.

Conscientes de ello, los socios de la mayor bodega de Castilla y León aprobaron el pasado año una inversión de seis millones de euros para levantar unas nuevas instalaciones que se iban a realizar en tres fases, durante cinco años.

Sin embargo, este año, los socios han tenido «una cosecha excepcional», según ha señalado Vicente Orihuela, el gerente de Cuatro Rayas, de manera que se ha decidido acelerar el proceso de construcción y modificar las fases.

Naves de almacenaje y oficinas

En pocos meses, hacia mayo o junio, la cooperativa estrenará el nuevo edificio en el que se encuentran las naves de almacenaje y la zona polivalente, además de las oficinas, los despachos de la dirección, una gran sala de catas con terraza y salones para las reuniones del consejo rector. Además, habrá espacio para los laboratorios. Pero también iniciará este año las obras de la tercera fase para levantar unas nuevas naves para instalar depósitos de acero inoxidable con una capacidad global de 2,5 millones de litros.

El próximo año, se instalarán las dos líneas de embotellado, una de ellas nueva, con capacidad para 6.000 y 4.000 botellas por hora.

Seis millones de inversión

Cuando terminen las obras de las nuevas instalaciones situadas también en la carretera de Rodilana, a medio kilómetro de las inauguradas en 1935, la cooperativa habrá invertido más de seis millones de euros.

Con estas obras, Cuatro Rayas no solo quiere responder a las necesidades del aumento de producción, también pretender atender mejor a sus compradores, distribuidores e importadores, y a los transportistas, que contarán con una zona de recepción, sala de espera y cocina.

El director técnico de Cuatro Rayas, Ángel Calleja, señaló además que la bodega va a comprar dos nuevas prensas para mejorar la calidad de los vinos. Un camino sin retorno, el de la calidad, en el que el enólogo apuesta por vendimias seleccionadas para dar valor los mejores viñedos de sus socios y también para poder pagar mejor a los viticultores.