Vinos de Almería: entre mar y montaña
Son poco más de 1.100 hectáreas de viñedo que crecen en entornos paradisíacos entre mar y montaña, con una producción anual de más de 1,2 millones de litros de vino. Las variedades foráneas consideradas mejorantes en los años 90 se mezclan con otras variedades nacionales como tempranillo, garnacha, vijiriego o macabeo, y ofrecen importantes alternativas en una tierra cuya superficie supera ya el 22% de viñedo ecológico certificado en Andalucía.
Durante tres días, un grupo de periodistas pertenecientes a la Asociación Española de Periodistas y Escritores del Vino (AEPEV) hemos visitado algunas de sus bodegas y hemos catado los vinos del resto.
Almería cuenta con un total de 5 IGP de vino: Desierto de Almería, Laujar-Alpujarra, Norte de Almería, Ribera del Andarax y Sierra de las Estancias y Filabres.
Bodegas y Viñedos de Laujar, empresa más conocida como Cepa Bosquet, se ubica en los parajes de Fuente Victoria, en Fondón, con una elaboración de más de 300.000 botellas anuales. Tres generaciones han visto crecer una bodega que hoy es santo y seña de la zona, aunque la empresa actual data de 2007. Entre sus vinos merece la pena destacar su Chardonnay fermentado en barrica, su Syrah Barrica y su espumoso Conini 36 meses de chardonnay y macabeo.
Bodegas Fuente Victoria, ubicada en la localidad del mismo nombre, data de 2004 y cuenta con 30 hectáreas de viñedos entre las poblaciones de Alcolea y Fondón. Elabora alrededor de 300.000 botellas anuales y entre sus vinos destacan el Sulayr Blanco de macabeo y jaén blanca y el Cobal tempranillo con 12 meses de barrica.
La bodega de Cristina Calvache se encuentra en la localidad de Alboloduy, pegada a Sierra Nevada, en un paraje singular que oscila entre los 1.000 y los 1.200 metros. Desde 2004, Cristina trabaja en la bodega familiar y produce alrededor de 25.000 botellas anuales entre los que destacan su Blanco monovarietal de jaén blanca y su tinto de syrah.
Pagos de Indalia es una pequeña bodega ubicada en Padules, en un idílico paisaje entre Sierra Nevada y Sierra de Gador, donde la familia Ortega, con Aitana Ortega, a los mandos, pese a su juventud, lucha desde 2009 por ofrecer vinos singulares desde su finca Las Lomillas, con 2,5 hectáreas, a 750 metros de altitud, con una elaboración por gravedad. Merecen la pena su blanco mezcla de chardonnay, macabeo, jaén blanco y vermentino, y su tinto La Cabra y la bota, con tempranillo y cabernet Sauvignon.
También en Padules, la familia Barea-Granados elabora alrededor de 30.000 botellas en su bodega tras la reconversión de sus parrales de uva de mesa en viñedo para vinificación. El establecimiento, orientado claramente al enoturismo, cuenta con un restaurante de mucho nivel. Sus vinos más afamados son el Almeriño, uno de los pocos albariños mediterráneos existentes, y el Boliñeba tinto con tempranillo, merlot y cabernet Sauvignon.
Selección de Vinos de Fondón echa a andar en 2005 con viñas situadas a 950 metros sobre el nivel del mar. Elabora alrededor de 80.000 litros anuales y su vino estrella es el tinto crianza Tetas de la Sacristana, que recoge el nombre de un paraje cercano del municipio, con tempranillo, merlot y cabernet Sauvignon.
Cortijo El Cura, en Laujar, situado a 1.000 metros, es una de las bodegas claramente inclinadas a la elaboración de vino ecológico acogido a CCAE. Desde 1998, la familia Sánchez Vizcaíno ha optado por estas elaboraciones y por el enoturismo con visitas guiadas a las que se muestra un museo dedicado a la vida en el campo de esta área de Laujar.
Bodegas Palomillo se encuentra en Vélez-Rubio, en el paraje Yunco de los Gázquez, cercano a la provincia de Murcia en el norte de Almería. Elabora vinos ecológicos entre los que destacan su Joya del Mediterráneo, elaborado con las variedades blancas vermentino, chardonnay y macabeo, y su tinto Paco, de tempranillo.
Pago del Mare Nostrum, perteneciente al grupo Pago del Vicario, se encuentra situado en la parte más alta de Fondón a 1.500 metros de altitud en un paraje rodeado de cerezos, nogales y frutales. Junto a ellos se extienden 6,5 hectáreas de viñedo con las variedades pinot noir, tempranillo, merlot y cabernet Sauvignon. Fruto de esta mezcla nace su 1500 H coupage, mientras también elabora un monovarietal 1500 H Pinot Noir.
Y es que Almería es una provincia en la que la vitivinicultura, pese a ser modesta en extensión, despierta con mucho que ofrecer.
Periodista. Miembro de AEPEV y FIJEV
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Entre muchas cosas que se pueden destacar de andalucía es la calidad de sus vinos. Muy buena información.