Vinos para un verano lleno de rock and roll
Este verano hemos empezado con ganas de compartir y disfrutar, y qué mejor manera de hacerlo que al ritmo de la música que marca una buena botella de vino. Del rock and roll al rap, hay para todos los gustos.
Los que fueron al concierto de los Rolling Stones, o se quedaron con las ganas y quieren deleitarse al ritmo de esta banda legendaria, pueden abrir una botella de ‘Sympathy for the Devil’ , un blanco toledano ecológico, elaborado con verdejo y sauvignon blanc, que puede hacer arder hasta las lámparas de tu casa, tal y como sucedió durante la grabación de la canción.
Si eres más de Europe y alguna vez te has emocionado con el movimiento de cabello de Joey Tempest, ¡menudo melenón!, lo tuyo es “ The final Countdown”, vino valenciano, 100% monastrell de viña de más de 35 años (como el éxito de la canción).
Para los amantes de The Doors, “Light me fire”, la última canción cantada por Jim Morrison, contamos con un vino valenciano 100% garnacha tintorera, perfecto para encender fuegos….ahí lo dejo.
Y cómo no, un himno para todos los salvajes del mundo, de la banda sonora de “Easy rider” la canción “Born to be wild” , a la que bodegas Wines N’ Roses versiona en un tinto 100% bobal, que al igual que la NASA despertaba a las tripulaciones de los astronautas con ella, está levantará tu fiesta en un abrir y cerrar de ojos.
Pero no todo es rock and roll en la vida, si nuestra velada fluye en un ambiente relajado, con un toque de boleros, una sugerencia puede ser “Quizás, quizás, quizás” , en la voz de Nat King Cole o incluso de Sara Montiel, una mujer de raza, tal y como es este tinto 2012, 100% tinta de toro, para beberlo sin prisas, sin peros ni porqués, sólo porque tú lo vales.
Y si lo que quieres es disfrutar de un clásico, censurado en España durante muchos años (lo prohibido siempre mola), “Cachito mío” , una versión de 2015 también 100% tinta de toro y poco censurable a día de hoy.
Para una fiesta canalla, puedes beberte una botella de “Mala vida”, blanco con acidez y frescura como la canción de Mano negra, otra de “Bala perdida”, a ritmo de Beret o ser un “Vividor”, escuchando a Maka, para vivirlo y beberlo en momentos desenfadados; ya que como dice la canción “¡qué bella es la vida!” y más al ritmo de un vino.
Directora de La Gaceta del Vino
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