¿Volvemos a las producciones de hace medio siglo?
La producción mundial de vino, según datos de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), ascenderá en esta campaña 2017/2018 a 246,6 millones de hectolitros, una cantidad que podría ser incluso más baja cuando se tengan en cuenta los efectos devastadores de los incendios en California (Estados Unidos) que se han dejado sentir sobre el 12% del total del viñedo y algunos ajustes en países como Portugal donde el alcance de la sequía no se ha valorado, al parecer, en su justa medida.
No obstante, sea como fuere, estos datos son los más bajos de los últimos 50 años.
De hecho, para vislumbrar cosechas parecidas tendríamos que remontarnos al añ0 1956, hace exactamente 61 años, en que la cosecha fue de 219,5 millones de hectolitros o a cinco años después, concretamente en 1961 en que la cosecha fue aún más baja y se situó en 213,5 millones de hectolitros. En ambos casos se produjeron heladas devastadoras. Desde entonces, todas las cosechas por debajo de la media se han situado por encima de los 250 millones de hectolitros.
Esta cifra, aún provisional, sería inferior en un 8,2% a la de la campaña pasada, con 22 millones menos de hectolitros, pero la horquilla final de producción podría ser aún más baja, ya que oscila entre un mínimo de 243,3 y un máximo, más alejado de la realidad, de 250,1 millones de hectolitros.
La estimación bajísima de los países miembros de la Unión Europea marca claramente esta caída y podría situarse en poco más de 140 millones de hectolitros frente a los casi 165 millones de hectolitros de la campaña pasada. Estas cifras se refrendan con caídas del 23% en Italia hasta los 39,3 millones de hectolitros, del 19% en Francia hasta los 36,7 millones de hectolitros y del 15% en España hasta los 33,5 millones de hectolitros.
Las previsiones comunitarias es que se producen incrementos de producción del 64% en Rumanía hasta los 5,3 millones de hectolitros, del 23% en Austria hasta los 2,4 millones de hectolitros, del 10% en Portugal hasta los 6,6 millones de hectolitros, con esta cantidad puesta en cuarentena, y del 3% en Hungría hasta los 2,9 millones de hectolitros.
Fuera de la UE, destaca la subida del 6% en Australia hasta los 13,9 millones de hectolitros, del 25% en Argentina hasta los 11,8 millones de hectolitros, pero lejos aún de sus cosechas en torno a 14-15 millones de hectolitros; del 20% en Moldavia hasta los 1,8 millones de hectolitros y del 169% en Brasil, tras el desastroso pasado año, hasta los 3,4 millones de hectolitros. Sudáfrica incrementa su producción un 2% hasta los 10,8 millones de hectolitros.
Caídas significativas en la UE se han producido, además, en Alemania con un 10% hasta los 8,1 millones de hectolitros y del 5% en Grecia hasta los 2,5 millones de hectolitros. Fuera de la UE, Nueva Zelanda ha reculado un 9% hasta los 2,9 millones de hectolitros y Chile un 6% hasta los 9,5 millones de hectolitros. Estados Unidos, hasta conocer el alcance real de los incendios californianos, retrocede un 1% y se sitúa en 23,3 millones de hectolitros. En definitiva, una caída histórica que lleva al repunte de precios en los mercados internacionales.
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José Luis Murcia
Periodista. Presidente de AEPEV-FIJEV.
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Periodista. Miembro de AEPEV y FIJEV
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