Vintage 2016: Una añada de Oporto para enmarcar
El I Congreso Internacional del Vino en Andalucía tiene entre sus objetivos, según manifestaron sus organizadores, realizar una reflexión seria y profunda sobre la industria del vino en Andalucía y promover el debate sobre sus nuevos retos de internacionalización.
¿Y qué ha ocurrido en 2016 para que la mayoría de los hombres y mujeres del sector del vino de Oporto, comenzando por sus técnicos y por la Cofradía del Vino de Oporto, estén tan contentos? Pues, simplemente, un año excepcional para comprar y beber o guardar, según los gustos de cada uno.
La cosecha 2016 ha sido calificada como atípica por propios y extraños. El invierno fue seco y hasta agradable, con suaves temperaturas que hacían olvidar los fríos inviernos del entorno del Duero, pero la primavera entró con lluvias que se extendieron durante toda la estación junto a temperaturas bajas, en ocasiones más bajas que las invernales. El miedo al mildiu y a otras enfermedades se mitigó en gran medida con un verano suave, con algunas puntas de calor que se mezclaban con noches frías y esto hizo que la maduración de la uva fuera larga, equilibrada y con vinos de altísima calidad.
El Instituto de los Vinos de Oporto y Duero, ante esta situación, ha decidido declarar año Vintage, de cosecha excepcional, este 2016 que va a dar bastante que hablar por sus características organolépticas de excelente calidad, por ofrecer una imponente estructura y por sus aromas frutales excepcionales.
El Instituto de los Vinos de Oporto y Duero ha decidido declarar a 2016 'año Vintage' (cosecha excepcional), por sus características organolépticas de excelente calidad, por ofrecer una imponente estructura y por sus aromas frutales excepcionales.
Tras el magnífico año de 2011, la añada 2016 se presenta como una de las grandes oportunidades de comprar y guardar vinos para ver su evolución. Cierto que los precios de salida, en su mayoría entre los 40 y los 80 euros la botella, dejan a los amantes del vino en una disyuntiva sobre qué comprar, con la certeza de que cualquier compra de este tipo es un activo financiero, que en la mayoría de los casos terminará en la mesa de quien los ha adquirido para mayor gloria y deleite de sus comensales.
No tendríamos suficiente espacio para hablar de Oporto, sus bodegas y sus vinos. Sí queremos destacar, sin embargo, dos visitas a bodegas familiares. Por un lado, Quinta Santa Eufémia, en Parada do Bispo, entre Régua y Lamego, una hacienda con 45 hectáreas de viña puesta en marcha por Bernardo Rodrigues de Carvalho en 1864 y que ahora pertenece a la cuarta generación, con siete hermanos que viven en torno a la viña en un equipo que capitanean Bernardo, en la gestión, y Alzira Carvalho, al mando de la enología.
Tras el magnífico año de 2011, la añada 2016 se presenta como una de las grandes oportunidades para comprar y guardar vinos y ver su evolución.
Quinta Santa Eufémia es un canto a la tranquilidad y la belleza del Duero y entre sus paredes guarda un tesoro de grandes vinos de Oporto de los que produce anualmente 200.000 litros y alrededor del doble con los vinos de la DO Douro.
También por la cuarta generación anda la bodega Poças, que este año cumple sus primeros cien años de vida, según su gerente Pedro Poças Pintao, uno de los descendientes del fundador Manoel Domingues Poças. En sus instalaciones de Vila Nova de Gaia se concentran años de historia de grandes vinos procedentes de tres fincas en el área de Régua que totalizan 120 hectáreas que dan lugar a una producción diversificada de 1,2 millones de litros al año. Y es que Oporto está más vivo que nunca.
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José Luis Murcia
Periodista. Presidente de AEPEV-FIJEV.
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Periodista. Miembro de AEPEV y FIJEV
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