Trump, aranceles y el mercado americano
Cuando este comentario vea la luz estaremos a menos de 24 horas de saber si el excéntrico presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se ha levantado con el pie cambiado y ha decidido aplicar los aranceles de un 25% a determinados vinos europeos o, por el contrario, ha salido de buen humor y ha decidido alargar las negociaciones.
Sea como fuere, la realidad es que el primer mandamás mundial está jugando con la Unión Europa, antes lo hizo con China, al divide y vencerás de una forma tan torticera como hábil, ya que mientras a unos los grava con el aceite, a otros lo hace con el vino, a otros con el queso y a otros con otros temas no alimentarios. Eso sí, de momento es blando con su homólogo ruso, Vladimir Putin, no sea que este aplique el sistema del paciente que agarró por salva sea la parte a su dentista para decir aquello tan castizo de “¿Verdad doctor que usted y yo no nos vamos a hacer daño?”.
La realidad es que, si un milagro no lo remedia (uno dejó ya de creer en la habilidad negociadora del Viejo Continente), los vinos españoles envasados de menos de 14 grados Baumé aparecerán con un 25% de arancel, mientras se librarán del tormento todos aquellos que comercien con vino a granel o en envases de más de diez litros y los que superen la graduación antes señalada, entre ellos los generosos.
De aplicarse los aranceles de EEUU en los vinos envasados, los países más afectados, por orden, serían: Italia que exporta 250 millones de litros, Francia con 134 millones de litros y España con 48 millones de litros.
Durante 2018, Estados Unidos importó un total de 1.152 millones de litros por valor de 6.202 millones de dólares (5.629 millones de euros). En vinos envasados, los que más tienen que perder, por este orden, son Italia que exporta 250 millones de litros envasados, Francia con 134 millones de litros y España con 48 millones de litros.
Por el contrario, las exportaciones de vino a granel europeos son todavía bastante simbólicas con 12 millones de litros para Italia, 4,5 millones de litros para Francia y 3,5 millones de litros para España, aunque en años anteriores nuestro país ha alcanzado los 10 millones de litros. Y, a río revuelto, ganancia de pescadores. En este caso, los pescadores se llaman Australia, Chile, Nueva Zelanda y, en menor medida, Argentina.
Esperemos que las amenazas no se cumplan y que la diplomacia sea capaz de frenar una nueva guerra comercial que nos perjudica a todos, especialmente en una etapa de ralentización del crecimiento económico. Por si acaso, muchas empresas comienzan a incrementar sus envíos a granel con un socio norteamericano, los de mayor graduación se posicionan en un mercado que hasta ahora les era adverso y otros buscan nuevos mercados en los que colocar su mercancía. Veremos.
Periodista. Miembro de AEPEV y FIJEV
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