Siguen las propuestas, a veces imposibles, para mejorar el mercado de vinos
No voy a empezar el año con una crítica total, de momento. Siempre es loable que se intenten dar soluciones cuando los mercados están mal; otra cosa es que sean soluciones viables y que estén dadas a tiempo, o a toro pasado. Empezamos 2019.
Si la situación está mal, se airea, se publicita en exceso y se quieren dar unas soluciones que no son reales, es lógico que creen alarma, quizá en demasía, y además que la gente se pregunte cómo se pueden proponer cosas que son poco menos que imposibles.
Diciendo que los mercados se van a hundir, que no se opera prácticamente nada, que el mundo entero tiene una cosecha grande y que en España los precios no van a aguantar, no se ayuda. Y menos si luego se aportan soluciones imposibles, como una inmovilización: se plantean incluso guardar el vino para cuando vengan cosechas más cortas… ¿Cuándo? El año que viene, o dentro de diez años. ¿Se va a guardar el vino diez años por si viene una cosecha corta?
Otra de las propuestas es hacer contratos a varios años para evitar los dientes de sierra a en los precios y así tener años estables. Muy bien, eso todo el mundo lo quiere. Sin embargo, los compradores dicen que les parece bien, pero que por qué no se les hizo esa propuesta el año pasado, cuando el vino superaba los 5 euros hectógrado, pero sí se les propone este año, cuando pueden comprar más barato.
Siempre se dan soluciones a toro pasado. Esas propuestas hay que plantearlas, para poder discutirlas, antes de la campaña para poder actuar en consecuencia y en función de los precios de las uvas.
"Las propuestas hay que plantearlas, para poder discutirlas, antes de la campaña para poder actuar en consecuencia y en función de los precios de las uvas"
También hay muchas quejas que señalan que los sindicatos siempre proponen soluciones en contra de los elaboradores y que no proponen ir a la raíz del problema que es la sobreproducción de uva que se tiene casi todos los años, en algunos rendimientos por hectáreas más que desproporcionados…
Y retomando el precio de la uva, es el gran problema campaña tras campaña. Para mí, de verdad, que es poco menos que absurdo. ¿Cuánta uva se compra en las zonas productoras? En La Mancha, zona de mayor producción, ¿qué porcentaje de uva se compra? Un 10, un 15%, yo apuesto a que no llega al 20%. ¿Y ese es el problema? Si más del 80 % de la uva entra en cooperativas, ahora resulta que la problemática viene de un 15-20%. Sinceramente, ni del 15 ni del 85, los mercados no los domina nadie: si hay mucha uva, el vino baja; si hay poca, sube.
La solución a este problema, que créanme, se va a agudizar cada año más, hay que comenzarla en el campo, con producciones más limitadas. Luego habrá que seguir con unos precios acordes, de acuerdo, nadie dice que no, pero rendimientos de 50.000 kilos por hectárea no son de recibo y hay que empezar a atacar por ahí, por el inicio, para luego ir subiendo, pero no siempre culpando al elaborador o al industrial. Me causa risa, si no fuera serio, y el ejemplo es que a un elaborador de un pueblo que hace 1 millón de litros, se le echará la culpa de la situación del vino, cuando en el mismo pueblo la cooperativa hace 90 millones de litros. Ya digo, yo no culpo ni a uno ni a otro.
Termino el primer artículo del año y comienzo pidiendo a la Administración que nos den lo antes posible los datos definitivos de cosecha, ya que los tienen en su poder y no es bueno que, como siempre, los dilaten en el tiempo, son muy importantes y el sector los necesita ya.
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