Se nos va la campaña 2013-2014

Una campaña con principios ilusionantes y un final más que decepcionante.
Cómo no hacer algo de historia de lo que ha sido esta campaña 2013-14 que en un par de días se nos termina. El 31 de julio de 2013 el precio del vino estaba para el Blanco Fermentación tradicional 3.30-3.50. €/Hº y Tinto comercial 7-10 puntos color 3,30–3.60 €/Hº. Hoy, se puede decir que no tenemos precio, se han realizado operaciones a 1 euro y otras, las que podemos denominar como normales, entre 1,65 y 1,75 para el blanco.
En pocas palabras, mala campaña, una gran producción, la máxima de la serie histórica. En conjunto, una calidad de los vinos que deja mucho que desear (no va a ser esta una añada a recordar en ningún sitio). Unos comienzos ilusionantes y un final más que decepcionante.
Y es que, cuando las exportaciones habían flojeado por el alto precio de los vinos, hace un año, veíamos ilusionados,unos muy buenos precios de vinos y la perspectiva por delante de una cosecha abundante, aunque no tanto como al final resultó. Y una calidad que en un principio parecía correcta. Unas malas lluvias al inicio de la vendimia y la enorme cantidad de uva nos llevaron a una vendimia tremendamente complicada; en primer lugar para poder procesar el inmenso volumen de uva y en segundo lugar el ver que día a día la uva mermaba su calidad por la pudrición. El final de vendimias fue caótico en muchas bodegas.
Hubo una falta de previsión enorme. ¿Alguien creía que podríamos comercializar sin problemas 53 millones de hl? A mi favor o en mi contra, según se mire, juega el factor de que lo que digo lo dejo por escrito. Así, cuando aún no había terminado la vendimia titule mi artículo semanal: “Un Difícil año para la comercialización total de nuestros vinos”; la semana anterior a este artículo, es decir, en plena vendimia, mi artículo semanal llevaba el siguiente título: “ Destilación de crisis, destilación técnica”. Lo que había se sabía, y se ha esperado a julio para tomar decisiones o medidas.
Buena parte de la situación que tenemos en estos momentos se podría haber evitado si las conversaciones se hubieran llevado a término en su momento, a principios de vendimia.
Creo que no es momento de culpar a nadie en particular, sino de culparnos a todos. Hemos estado leyendo y oyendo a muchos de los “gurús”, “cabezas pensantes” o como queramos denominar, que semana tras semana, mes tras mes, quitaban importancia a este problema, sacando de nuestros buenos precios, nuestra buena calidad y nuestro imparable crecimiento. La verdad es que muchos mirábamos y no veíamos ese mundo idílico que nos ofrecían, muchos de los cuales ahora ponen el grito en el cielo. Pero estamos acostumbrados a esta farsa que año tras año se nos ofrece por parte de algunas personas del sector.
Ahora terminamos la campaña con un desconcierto total en el sector. Acuerdos que se firman y de los cuales se reniega a la semana siguiente, culpas que se echan unos a otros y el vino con operaciones a un euro hectógrado. Este último punto es lo importante: precios ruinosos, e inimaginables, precios que, a pesar de los pesares, no se corresponden. Y un inicio de campaña como siempre esperanzador, pero con un lastre enorme, un gran excedente de un vino con una calidad que deja mucho que desear. Pero eso es tema de otro artículo, el del inicio de campaña.
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Javier Sánchez-Migallón
Director Ediciones Albandea y El Correo del Vino
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