Reflexiones sobre Enomaq 2009 (y II)
Enomaq 2009 se ha desarrollado correctamente, pero sin alegrías, con la austeridad que marca el baile económico mundial
Desde que acudí por primera vez a Zaragoza en 1994, siendo alumno de la Escuela de la Vid de Madrid, he asistido a otras siete ediciones más de Enomaq, la mitad de las veces como visitante (en esta ocasión), la otra mitad como expositor. A lo largo de estos 15 años he visto cómo se ha pasado de ver multitud de visitantes por los pasillos creando un clima alegre casi festivo a la tranquilidad de esta última edición en la que flotaba en el ambiente un aire de cautela. Reflejo de los tiempos, ya nadie lo duda.
Igual que nadie duda que las ferias son una excelente plataforma comercial, un sitio natural de encuentro, en el cual por un lado, los expositores conocen de manera directa a sus clientes, consolidan relaciones, y por otro el visitante se acerca a las novedades que presentan los primeros, pueden alcanzar un contacto estrecho, y establecer una buena relación entre ellos. El dialogo entre expositores y visitantes tiene un gran valor, ayuda a desarrollar relaciones de negocios duraderas.
Es obvio que el primer objetivo de la Organización de la Feria debe ser facilitar el establecimiento de estas relaciones comerciales, facilitar el negocio. Los expositores que hayan preparado su participación en la feria con anticipación, con objetivos claros y una estrategia completamente diseñada y orientada a obtener el máximo beneficio por su participación, saben que, si bien los costes son altos, no hay otro lugar como Enomaq en el que se pueda contactar tantos clientes, en un tiempo tan corto. La relación costo-beneficio de la feria será altamente satisfactoria, si en ésta se participa bien.
La Organización de la Feria también debe impulsar la presentación de jornadas y novedades técnicas (que las ha habido en el sector de maquinaria para embotellado, etiquetado, depósitos, aplicaciones informáticas…), sin olvidar el aspecto lúdico, en esta edición Enomaq creó un espacio al que llamó el ‘Rincón del Enólogo’ gestionado por la Federación Española de Enólogos y en el que se realizaron catas comentadas abiertas al público y presentaciones de actividades.
Según una estimación no definitiva de la Feria, las cifras apuntan que el número de visitantes ha sido similar al de la edición 2007. Ahora bien, esta cifra contabiliza la asistencia a los cinco salones que se celebraban simultáneamente: Enomaq, Tecnovid, Oleomaq, Oleotec y Fruyver…
Enomaq 2009 se ha desarrollado correctamente, mostrando un alto grado de profesionalización por parte de visitantes y expositores, con las ideas claras o muy claras, pero sin alegrías, con la austeridad que marca el baile económico mundial.
Todos los negocios encierran siempre un gran potencial de posibilidades especialmente en épocas adversas. Aunque al final cada persona lo viva de un modo diferente, y cada cual contará la feria según le haya ido… Nos volveremos a ver en Enomaq 2011 y veremos si supimos aprovechar estas posibilidades!
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