Rarezas (II). Vino de los romanos (a)
Una rareza encontrada en nuestra península, pero venida de muy lejos y de hace mucho. Hace días asistí a una cata un tanto extraña. Se trataba de un vino elaborado al estilo romano. ¡Lo que me faltaba por catar!
Un grupo de investigadores de la Universidad de Sevilla quisieron estudiar algo con calado social. Algo que fuese de verdad interesante para el público en general. Algo que sedujese hasta a los más escépticos. Y así fue.
Hace tiempo empezaron participando en Cotidiana Vitae, un proyecto en Sevilla en donde se recreaba la vida de los romanos. No sólo en la arquitectura, sino en su manera de vestir, de trabajar e incluso de comer. Me preguntaba si, de ir allí, me dejarían venerar a Baco, dándome de beber, o dándome de comer un racimo de uva mientras estoy tumbado, con mi corona de laureles en la cabeza, y ataviado únicamente con una túnica blanca.
Al margen de mis propias fantasías, estos chicos se preocuparon realmente por la gastronomía y su afán por hacer algo interesante. Manuel León y Alejandro Vera, investigadores y docentes de la Universidad de Sevilla, quisieron hacer un vino que se pudiese reproducir hoy en día. De hecho, este proyecto de investigación se autofinancia con el vino que ellos elaboran.
Al hablar sobre las costumbres romanas, me comentaban que los romanos, normalmente, mezclaban los vinos con agua, incluso con agua salada. Eran macerados normalmente con flores, miel o especias. Siendo los primeros enólogos, los médicos. Ya que los médicos recomendaban el vino para realzar la salud.
La semana que viene hablaré más de qué vinos han producido estos apasionados investigadores.
In vino veritas.
Arturo Blasco
Enólogo
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Licenciado en Enología.
Master en Dirección de Marketing y Ventas.
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