¿Qué beber en verano?
Parece que le tenemos miedo, los que nos dedicamos al vino, a afrontar ante la gente lo que nos gusta beber en verano, en los ratos de ocio. Parece, en muchos casos, que la cerveza es la única alternativa para aliviar el calor del verano. Y no, no es
Bebidas de verano con base vino las tenemos desde tiempos inmemoriales. Nuestros abuelos, aquí en La Mancha y supongo que en todas las zonas de España, hacían bebidas con vino, en cada sitio tendrían un nombre o denominación. En La Mancha, por ejemplo, hacían una zurra o una Serrana, como se les venía a llamar, al menos por estas tierras. Zurra con vino tinto, la serrana con vino blanco, y no había fiesta o reunión que se preciase que no estuviera acompañada con una u otra bebida fresquita. Cervezas, ni una había entonces, no sé si por el precio o por el gusto, pero se bebía vino. Cierto es que al hacerlo, las sangrías, zurras, serranas, se rebajaban con limón, gaseosa… y se aderezaban con frutas naturales, picándoles unos melocotones, manzanas, etc. Como se le echaba hielo para enfriarlo, pues la bebida resultante no tenía más graduación que la que puede tener una cerveza. Otros, lo mezclaban sencillamente con gaseosa o sifón, pero la bebida por excelencia era el vino, en sus diversas formas o mezclas, pero vino. Y esto lo hemos ido perdiendo poco a poco, año a año, verano a verano.
Hoy en día los gustos han cambiado y tenemos denominaciones diferentes hechas con otras mezclas, pero siguiendo con la base del vino. La sangría, el tinto de verano y el calimocho son bebidas que se consumen en verano, siempre como sustituto de la cerveza.
No hay que denostar estos consumos, ni menospreciarlos, como antes se hacía por parte de algunos, el caso es que se consuma vino, de la forma y con el nombre que sea.
No podemos pretender en las tardes calurosas de verano que se pidan un tinto crianza de 14º en una terraza de verano, o chiringuito playero, ni es el momento, ni la ocasión, ni pega una cosa con la otra, pero sí podemos refrescarnos con una sangría o un tinto de verano. O, para los más reacios a mezclas, un buen blanco muy frío, o un rosado, incluso un tinto joven, ¿por qué no? fresco, frío. No pasa nada y entra bien, indudablemente. No sé por qué a un tinto joven se le niega el frio y sin embargo sí lo admitimos al mezclarlo, en tinto de verano o sangría. Un tinto joven, aunque esté frío entra muy bien. Y recordemos, siempre, que estamos hablando de pasar un rato en una tarde de verano sentados en una terraza, no estamos haciendo un curso de cata y calidad de vinos…
En fin, en verano o en invierno, lo que quiero decir con este artículo es que, en primer lugar, tenemos que fomentar el consumo de nuestros vinos y, en segundo, hacer ver que tenemos la suerte de tener un producto de una versatilidad increíble y enorme, que igual calienta el cuerpo en las frías tardes de invierno, que lo refresca en verano. ¿Pueden decir lo mismo otras bebidas, como la cerveza por ejemplo?
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