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Puntuación de los vinos

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Coyuntura vitivinícola mundial: evoluciones y tendencias
Coyuntura vitivinícola mundial: evoluciones y tendencias

Antes de comenzar quiero aclarar que este artículo no es una crítica, en todo caso sería una crítica constructiva. Pero es más bien una reflexión que no quiere, ni mucho menos, descalificar el método de puntuación actual.

Quiero hacer esta reflexión porque, cada día más, el aficionado al vino basa sus preferencias y compras en las puntuaciones que las guías y expertos dan a los vinos.

En parte está bien, ya que se ve dirigido por un experto, por lo que, opiniones y gustos aparte, si un vino está bien calificado, será, al menos en la mayoría de las ocasiones, un buen vino.

Es cierto que, en esto de los vinos, el gusto es muy subjetivo: un vino que me guste a mí, puede no gustarle a quien tengo al lado. No obstante, puede gustar más o menos, según criterio y costumbre, pero nunca se tachará de malo un vino que esté calificado con puntuación alta.

Y aquí es donde quiero señalar la base de este artículo. Si cogemos cualquier guía, o vemos cualquier vino puntuado, veremos que el baremo oscila en un estrechísimo margen. La gran mayoría estarán entre 85 y 95 puntos, y dentro de esta gran mayoría obtendremos otra aún mayor en vinos que pueden oscilar entre 88 y 92. Punto más o punto menos, ya que  gran mayoría de los vinos de una guía están en un margen de puntuación de 5 o 6 puntos, o, en otros casos, 10 puntos. Luego hay unos pocos privilegiados que están entre 92 y 96, y muy pocos, sólo la élite, que superen estos 96 puntos.

También es cierto que por debajo de 85 quizá se hayan puntuado muchos vinos y hay otra gran mayoría que no están calificados, sí. Pero si en una guía tenemos, por ejemplo, 5.000 vinos catados, me atrevería a decir que más de 3.000 están en una puntuación que no oscila más de 6 puntos.

Estas horquillas son muy pequeñas para animar al consumidor a catar un vino u otro, si lo hace en función de estas puntuaciones. Además, creo firmemente que entre los cientos de vinos que puede haber con, por ejemplo, 90 puntos, existe una gran diferencia de calidad entre ellos mismos, pero claro, como nos hemos dotado de este estrecho margen, hay que meterlos ahí. Están bien puestos, no lo niego, pero no es lo mismo un 90 que otro 90.

Otra cosa es que, al que es más o menos aficionado a los buenos vinos y se fija en estas puntuaciones los vinos que están por debajo de 90, casi ni les hace caso. Cifrará sus expectativas entre los muchos vinos que están entre 90 y 92 puntos, ya que por encima de estos 92 los precios ya se pueden disparar (normalmente, aunque hay excepciones) y ya no es tan asequible a todos los bolsillos.

Para dirigir mejor al consumidor este margen debería ser mucho más amplio. Llevada la puntuación a las calificaciones escolares y tomando el máximo de cien, como un 10, si en el aula un 5 es aprobado, un vino con 50 puntos debería ser un vino apto. Tendríamos una buena cantidad de vinos con notables, en torno a los 70 puntos. Y si un siete en la educación se puede considerar una buena nota, un 70 nos podría indicar un buen vino. De 80 en adelante deberían ser vinos ya de una muy alta calidad, y más de 90 solamente una seleccionadísima élite.

Hoy día, de poner a un vino una puntuación de 60, sería casi como decir que ese vino ni siquiera es apto para el consumo humano. Y no debería ser así.

Habría que mirar también la relación calidad precio y hay, al menos para mí, vinos que pueden estar entre dos y tres euros, que tienen una relación calidad precio excepcional. Estos vinos, que quizá no puedan optar a los 85 puntos de las guías actuales, si podría tener unos 65 espléndidos puntos, donde le diríamos al consumidor que es un vino bueno, a un precio mejor, y que es digno de estar en cualquier mesa. Sin excesivas pretensiones, pero sí para una comida diaria por su relación calidad-precio.

Tengamos en cuenta que si la inmensa mayoría de los vinos estuvieran en un margen de 50 puntos (entre 50 y 100), se podría tener una visión muchísimo más amplia del baremo de calidad, que si este baremo lo tenemos solamente rondando entre los 88 y los 96 puntos.

 

 

Javier Sánchez-Migallón  
Javier Sánchez-Migallón
Director Ediciones Albandea y El Correo del Vino

 

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