¿Otra vez a vueltas con el azúcar?

Sí y no. El tan manido, traído y llevado tema de la chaptalización con azúcar de momento parece ser una quimera, hasta que los políticos no impongan la razón ante la economía en sus decisiones y entonces se pueda hacer lo natural frente a lo artifici
No quiero que este artículo verse sobre este tema, pero sí deseo dejar firmemente expuesta mi protesta ante esta sinrazón y mi incondicional apoyo a que se quite de una vez por todas, en beneficio del vino como bebida natural.
Centrando el tema, hace unos días en el periódico diario de El Correo del Vino, pudieron ver como saltaba la noticia de que la Unión Europea estaba haciendo gestiones para traer azúcar de otros países debido a la escasez que había en Europa por malas cosechas, políticas agrarias restrictivas de la remolacha, fuerte incremento de los precios, etc.
Uno de los países con el que se iba a contactar era Brasil, con el fin de poder quitar trabas a la importación de azúcar de terceros países y poder traer azúcar barato para atender la demanda del mercado, entre la que no dudo que estará, si el precio lo merece, el sector del vino que la utiliza.
Como uno siempre va pensando en el vino y en su mundo, deduje rápidamente que esto no debía ser bueno para el sector, ya que estos últimos años el mosto rectificado ha tenido fácil salida como sustituto edulcorante del azúcar. Pero entonces me encuentro con otra noticia, en la que dice que Brasil, precisamente Brasil, está estudiando incrementar los impuestos a los vinos importados, o bien limitar la cantidad permitida de entrada. España concretamente el año pasado incrementó sus ventas un 32% a Brasil. Mientras Chile, por ejemplo, que es de los países que más vino introduce en Brasil, está exento de impuestos. Les recuerdo que Brasil es, según todos los estudios, uno de los países en los que más proyección tiene el consumo de vinos.
Creo que la Unión Europea se debía replantear algunas cosas y buscar más compensaciones, es decir, si yo te compro azúcar y te quito aranceles para poderlo traer, tú me los quitas para el vino, por ejemplo, o al menos no me los subes, es decir, establecer una negociación política y económica.

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