Más de lo mismo

Bueno, ¿qué podemos decir? ¿Más de lo mismo?… Efectivamente y para nuestra desgracia, más de lo mismo. El consumo de vino en España sigue bajando, en febrero un 1,8% menos sobre la tasa interanual.
Es cierto que sube levemente el precio, o quizá sea debido a eso precisamente. Si algún consuelo nos puede quedar es que el vino se comportó mejor que otras bebidas como cervezas, zumos o sidras en el acumulado del año. Claro que esto nos puede llevar al refrán de ‘mal de muchos…’
Por eso precisamente no nos basta con consolarnos, no nos debe bastar, hemos de recapacitar. Siguiendo con los datos, vuelve a ocurrir que bajan los vinos sin DOP y suben los que sí la tienen. El vino sin indicación geográfica, de mesa, baja en su consumo, aunque sube algo en precio y sigue siendo, no obstante, el más consumido. El vino con D.O.P. es todo lo contrario, baja algo en precio y sube en consumo. Mirando uno y otro nos puede valer la referencia de que a mayor precio menos consumo, y a menor precio mayor consumo.
Curioso es lo del cava, que en febrero cae un 14,4 % hasta 1,1 millones de litros, a pesar de la fuerte bajada del precio medio un -14,6%, que le hace caer en valor cerca de un 30%.
Los números quizás son tediosos, más cuando no nos son favorables. Y menos mal –creo y según se mire- que el precio ha bajado en los vinos con DOP y la subida en los vinos sin indicación geográfica ha sido muy pequeña. Cosa que cada vez me sorprende más ya que la subida que han experimentado estos vinos ha sido brutal, y sin embargo la repercusión que se tiene a la hora de salir a la venta, es mínima. Con una subida en 18 meses de más del 100×100 en lo que es el vino, como materia prima, se habla, en febrero, por ejemplo, que el precio medio de subida del vino ha sido de un 2,3 %. La diferencia, como pueden observar, es enorme aunque se trate de un solo mes, pero si cogemos las subidas del precio desde esos 18 meses aquí, prácticamente es igual, es decir, muy pequeña.
Cierto es que más han bajado la cerveza, los zumos y la sidra. Porque la crisis ataca a todos los sectores, lo que sucede es que los anteriores productos han estado años y años muy boyantes, con consumos crecientes, sin embargo el vino lleva, más años aún, con una caída completa en su consumo. Una pena, y de momento no sabemos atajarlo, que es lo malo.

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