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Los Vinos de Jerez “sin fortificar” pendientes de su aprobación por la comisión europea

El 11 marzo, 2019

La propuesta del Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen Jerez-Xèrés-Sherry y Manzanilla de Sanlúcar de Barrameda para elaborar y comercializar vinos sin adición de alcohol está pendiente únicamente de su aprobación definitiva por parte de la Comisión Europea. Con esta aprobación desaparecerán las referencias a la obligatoriedad de someter los vinos jerezanos a su encabezado con alcohol vínico con objeto de aumentar su graduación alcohólica en función de los distintos tipos de crianza.

Al completarse el obligado proceso de exposición pública por parte de la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía, los vinos del Marco de Jerez “no fortificados” se encuentran a la espera de su aprobación por la Comisión Europea. Es el último paso para culminar el proceso iniciado por el Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen Jerez-Xèrés-Sherry y Manzanilla de Sanlúcar de Barrameda cuyo Pleno aprobó esta propuesta en febrero de 201

Al no haberse presentado alegación alguna, fuentes de la institución jerezana del vino han confirmado que se han iniciado los trámites para la modificación de los Pliegos de Condiciones de los vinos de Jerez y de la Manzanilla de cuyos textos desaparecerán las referencias a la obligatoriedad de que estos vinos deban ser sometidos, como hasta ahora, a encabezados para incrementar la graduación alcohólica en función de los distintos tipos de crianza. Por norma general el encabezamiento se fijaba hasta los 15 grados para los finos y manzanillas, ambos de crianza biológica, y a partir de los 17 grados para amontillados, olorosos y palos cortados, éstos de crianza oxidativa.

Los referidos Pliegos de Condiciones harán extensivo a estos vinos “no fortificados” el reconocimiento de un amparo que hasta ahora únicamente acogía a los denominados “vinos de licor”, término usado para los vinos sometidos a adición de alcohol vínico. Los Pliegos de Condiciones, ya modificados, se remitirán próximamente a Bruselas para su aprobación definitiva, previendo el Consejo Regulador que este trámite no habrá de prolongarse más allá de seis meses.

Con la aprobación de los vinos “no fortificados”, en los Pliegos de Condiciones, se recuperará una práctica que fue tradicional en el Marco de Jerez hasta el cambio de gustos de los consumidores en las primeras décadas del siglo XX. Eran vinos de graduación natural denominados antiguamente “vinos de pasto” y que, por norma general, tenían precios superiores al de los vinos fortificados.

Con la aprobación de los vinos “no fortificados” se recuperará una práctica que fue tradicional en el Marco de Jerez hasta el cambio de gustos de los consumidores en las primeras décadas del siglo XX, en coincidencia con la redacción del primer reglamento de la Denominación de Origen en el que aquellos vinos quedaron desprotegidos. Además de las nuevas experiencias realizadas con éxito en el Marco para justificar la propuesta, se han esgrimido tanto razones históricas como cualitativas ya que se indica que para alcanzarse las graduaciones de estos vinos de forma natural se precisa de una “estricta limitación de las producciones por hectárea, de vendimias más tardías y del uso de la faena tradicional del asoleo de la uva”.

Existen numerosas referencias históricas sobre estos vinos de graduación natural denominados antiguamente “vinos de pasto” y que, por norma general, tenían precios superiores al de los vinos fortificados, entre otros motivos, por la necesidad de compensar el esfuerzo de los viticultores y bodegueros, así como el riesgo que asumían al exponer sus cosechas.

El documento de justificación indica que también hay abundantes referencias a finos y manzanillas “con graduación natural”, incluso de algunas marcas que permanecen en la actualidad como los finos “Tío Pepe” o “Inocente” o la manzanilla “Conde de Aldama”. Estos vinos “se anunciaban orgullosamente en exposiciones internacionales y publicaciones especializadas como vinos que alcanzaban graduaciones alcohólicas superiores al 15% en volumen de forma natural, es decir, sin necesidad de adición alguna de alcohol”.