Los aranceles de Trump se ceban, sobre todo, con el vino francés
Los aranceles de Estados Unidos, conocidos popularmente como “Aranceles Trump”, a varios productos agroalimentarios europeos, en especial a los vinos procedentes de Alemania, España, Francia y Reino Unido, ha tenido en sus cinco meses de aplicación importantes efectos adversos para Francia que, según un informe del Observatorio Español del Mercado del Vino, ha perdido en este periodo el 27% de sus exportaciones de valor que han disminuido en cinco millones de litros, un 9,5% menos que en idéntico periodo anterior.
En este periodo, los estadounidenses han disminuido sus importaciones de vino envasado en un 2,4% en volumen y algo más de un 6% en valor, hasta los 2,88 millones de hectolitros por importe de 1.692 millones de dólares (alrededor de 1.550 millones de euros). Crecen, por el contrario, de forma espectacular, alrededor de un 20%, las compras de vinos espumosos y de vinos a granel, a los que no se aplica el arancel, y se desploman hasta el 40% en volumen y 30% en valor las de bag-in-box.
EE. UU. ha reducido ligeramente sus importaciones de vino envasado, pero ha aumentado alrededor de un 20% las compras de vino espumoso y a granel, sobre los que no se aplican los nuevos aranceles. Las compras de bag-in-box, sin embargo, se desploman.
Alemania, bien afectado también por los aranceles, bajó sus compras en este periodo un 7,3% en volumen y un 27% en valor, mientras España experimentó un retroceso del 3,6% en volumen, apenas 700.000 litros, y un 2,3% en valor, alrededor de dos millones de euros.
Sin embargo, los grandes beneficiados dentro de la UE han sido Italia y Portugal, que quedaron fuera de los países represaliados. El primero ha incrementado sus ventas en 41,5 millones de euros, lo que supone un 7,5% más, pese a tener un leve retroceso en volumen de 1,6 millones de litros, curiosamente superior al de España. Mientras que Portugal estiró sus ventas un 13% en litros y más de un 7,5% en valor.
Con los aranceles de Trump, exceptuando Francia, los que más han sufrido las consecuencias son los consumidores estadounidenses.
Fuera de la Unión Europea, los países del Nuevo Mundo, que tienen buen posicionamiento en Estados Unidos, han tenido un comportamiento desigual con Sudáfrica, que crece un 15% en tres años consecutivos de cosechas desastrosas como consecuencia de la sequía; Nueva Zelanda sube un 8% y Australia retrocede un 10%. Argentina y Chile retroceden en valor y la primera crece ligeramente en volumen con un precio medio más moderado. En definitiva, salvo en el caso francés, la sangría no ha sido tal y los que más sufren las medidas de su presidente son los consumidores estadounidenses.
Periodista. Miembro de AEPEV y FIJEV
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