Las grandes superficies no aceptan la subida de precios
A través de una postura prepotente y dominante, las grandes superficies pretenden evitar la subida necesaria del vino, con el simple argumento de que no la aceptan.
Todos sabemos que no es una subida caprichosa, que el vino en menos de un año prácticamente ha doblado su precio, o por lo menos, en términos generales ha subido entre un 30 y un 40 por ciento, y es normal que esta subida deba repercutir y ser soportada por toda la cadena del vino, desde el campo hasta el lineal del supermercado.
Quien esté o haya negociado las plantillas nuevas para este próximo año habrá percibido la tenaz resistencia, la negativa rotunda, que muchos de los negociadores de estas cadenas de compras están intentando hacer.
Las artimañas que se buscan son muchas: no cogen el teléfono, aplazan interminablemente las reuniones con diversas y manidas excusas, etc. Con esto consiguen, o por lo menos lo intentan, aplazar la firma de plantillas. Mientras tanto, como es natural, compran al precio antiguo con el consiguiente quebranto económico para la parte vendedora que debe proveer de vino a precio del año pasado.
También hay quien intenta acaparar para mucho tiempo y, antes de que suba el precio, realizan grandes pedidos a precio antiguo, con el consiguiente quebranto económico al vendedor del producto terminado.
Frente a esto hay quien, no dispuesto a perder dinero, ha puesto pie en pared y se ha negado a seguir sirviendo mientras no se acepte la subida, o al menos hasta que haya una negociación para acordar condiciones y precios. También acortan tiempo de validez de la plantilla, exigiendo una renegociación a los tres o seis meses, no comprometiéndose a un año completo.
Esto es lo que se debería hacer por parte de todo el mundo. Lo que pasa es que luego siempre te encuentras quien, incomprensiblemente, se adapta a las pretensiones de las grandes superficies, dando precios -por llamarlos de alguna manera- imposibles, o quien cree que puede hacer nuevos clientes a base de rebajar precios, sin saber que es cliente de un día.
En estas ocasiones siempre hay quien aprovecha este desconcierto y esta tesitura tan anómala de precios para intentar meterse en algunos sitios, estropeando el mercado a todos los demás.
El Correo del Vino se despide por este año, volvemos el 11 de enero. En nombre propio, y en el de todo el equipo que formamos El Correo del Vino, les deseamos unas muy felices fiestas en compañía de sus seres más queridos. Y que el próximo 2018 nos conceda nuestros más sinceros deseos a toda la gran familia del vino español. Por eso, nosotros y nuestras familias brindaremos con un buen vino español.
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