La gira de Jay Miller por Toro, Ribera y Rioja – (1ª parte)
Del 26 de abril al 9 de mayo tuve el gran honor de acompañar a Jay Miller a Toro, Ribera del Duero y Rioja. Se cataron más de 1500 vinos, visitamos más de 20 bodegas, hicimos más de 10 verticales de los vinos más importantes de estas regiones, conocimos a más de 30 bodegueros de renombre y recorrimos más de 4000 kilómetros.
Uno de mis objetivos cuando fundé Winefuture, era el ayudar a dar a conocer la España vinícola moderna entre los personajes internacionales más influyentes del mundo y también convencer a Robert Parker de que enviase a Jay Miller a nuestro país periódicamente a puntuar los vinos para el Wine Advocate y a conocer de primera mano las diferentes regiones vinícolas, los bodegueros, los viticultores y las tradiciones alrededor del sector. El objetivo se cumplió pero no hizo falta convencer a Bob ya que él mismo se dio cuenta de cómo la industria y los vinos españoles han mejorado en estos últimos años. Estos viajes periódicos de Jay a España no solo le permitirán a él conocer mejor nuestra industria sino que dará la oportunidad a muchas bodegas de que se caten sus vinos, sobre todo aquellas que no cuentan con importadores poderosos o influyentes. No debemos olvidar que hay mercados como el americano o el asiático donde resulta prácticamente imposible colocar un vino si no tiene puntuaciones del Wine Advocate.
Robert Parker me pidió hace unos meses que me encargase de coordinar el viaje de Jay Miller, las visitas a bodegas y la logística para el envío de muestras para que fuesen puntuadas para el Wine Advocate. Del 26 de abril al 9 de mayo tuve el gran honor de desempeñar estas funciones para Parker y de acompañar a Jay Miller a Toro, Ribera del Duero y Rioja. Se cataron más de 1500 vinos, visitamos más de 20 bodegas, hicimos más de 10 verticales de los vinos más importantes de estas regiones, conocimos a más de 30 bodegueros de renombre, recorrimos más de 4000 kilómetros y Jay tuvo la oportunidad de disfrutar de la comida y hospitalidad de estas regiones vinícolas. Para mí ha sido una experiencia inolvidable, un aprendizaje fantástico y todo un lujo, ya que tuve la oportunidad de catar algunos de los vinos más legendarios y míticos de España, de la mano de algunos de los bodegueros más grandes del sector.
¿Quién es Jay Miller?
Manuel Louzada – Jay Miller – Pancho Campo
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La persona del equipo de The Wine Advocate responsable de puntuar los vinos españoles es Jay Miller, un antiguo psicólogo clínico que cumple este año su 25 aniversario colaborando con Parker, o sea desde el día en que comenzó con su publicación. Antes de comenzar a trabajar juntos, Jay tenía una tienda de vinos en Baltimore de la cual Parker era un cliente asiduo. Además, se solían reunir a menudo con amigos en casa de Bob para catar vinos de todo el mundo. En 1985, cuando Parker se pudo permitir dejar de ejercer como abogado para dedicarse solo al vino contrató a Jay Miller como su ayudante de cata. Jay siempre ha estado junto a Parker, con quien le une también una gran amistad. Hoy en día Miller es responsable de puntuar los vinos de Chile, Argentina, Washington, Oregon, Oporto y España. “En los primeros años del Wine Advocate, en EEUU solo se conocía Torres, Vega Sicilia y algo de Rioja. Cuando teníamos que catar los vinos españoles disponibles en el mercado americano la verdad es que no eran días de cata demasiado interesantes” me comenta Jay. “Es impresionante el salto cualitativo que han dado los vinos españoles en los últimos 15 o 20 años, convirtiéndose en el país que ofrece la mejor relación precio-calidad”. “Una de las ventajas para España es que cuando un consumidor americano va a una tienda y pide un tinto o un blanco español, no asocia estos vinos a una sola uva como puede pasar con Australia y la Shiraz o Argentina con la Malbec. La ventaja es que en EEUU el vino español puede crecer mucho al haber tantos varietales autóctonos y gran diversidad”. |
“En los primeros años del Wine Advocate, en EEUU solo se conocía Torres, Vega Sicilia y algo de Rioja. Cuando teníamos que catar los vinos españoles disponibles en el mercado americano la verdad es que no eran días de cata demasiado interesantes” me comenta Jay. “Es impresionante el salto cualitativo que han dado los vinos españoles en los últimos 15 o 20 años, convirtiéndose en el país que ofrece la mejor relación precio-calidad”. “Una de las ventajas para España es que cuando un consumidor americano va a una tienda y pide un tinto o un blanco español, no asocia estos vinos a una sola uva como puede pasar con Australia y la Shiraz o Argentina con la Malbec. La ventaja es que en EEUU el vino español puede crecer mucho al haber tantos varietales autóctonos y gran diversidad”.
Jay Miller tiene 64 años, es algo reservado pero un hombre sencillo, campechano y muy cercano, a quien le encanta disfrutar de la buena mesa, de la comida tradicional española y es un gran aficionado al béisbol. A la hora de catar es como una máquina y tiene un aguante como nunca había visto. Pero lo más importante es que disfruta con la cata, tanto cuando está puntuando los vinos como catando de barrica o haciendo verticales en bodega. Había días que viajando entre bodegas el pobre hombre caía rendido y echaba una siestecita en el coche. No obstante, nada más llegar a las bodegas y ponerse delante de las copas recuperaba toda su vitalidad para seguir catando y escribiendo de cada vino degustado. Su esfuerzo ha sido impresionante ya que durante 14 días, trabajó de 8 de la mañana a medianoche, sin descansos, para catar todas las muestras que recibimos, visitar bodegas y conocer bodegueros.
El Sistema de Cata del Wine Advocate
Lo primero que me llamó la atención del sistema de cata del Wine Advocate es que no busca defectos en los vinos, al contrario, se intentan identificar solo las virtudes y cualidades de un vino. “El Wine Advocate es un referencia para los consumidores. Un consumidor no va a comprar un vino por sus defectos sino por sus virtudes. Por eso cuando catamos y puntuamos un vino vamos buscando que cualidades puede tener: complejidad, frutosidad, persistencia, equilibrio, etc.” comentaba Miller. El segundo punto que me gustó es el hecho de que Jay nunca publica puntuaciones por debajo de 85 puntos. “Nuestra función es identificar vinos que tengan cualidades que le hagan merecedor de ser recomendados. Consideramos que si un vino merece una puntuación por debajo de un 85 simplemente no lo publicamos”, afirmó Jay. Otra cosa que me llamó la atención es que el Wine Advocate, cuando se trata de un viaje oficial, no permite a sus colaboradores el aceptar ningún tipo de regalos, ni que se pague por los hoteles o viajes. Jay tampoco aceptó botellas de vino etiquetadas especialmente para él. Tampoco aceptan que les inviten a cenar a restaurantes donde haya que pagar, por órdenes estrictas de Robert Parker. Es verdad que cenamos en bodegas o en casa de algunos bodegueros pero Jay no aceptó ninguna invitación a restaurantes.
El Viaje, la Rutina Diaria y las Visitas
Las mañanas las dedicó a catar en los consejos reguladores para puntuar y comentar los vinos. A partir de las 13.30 en adelante nos dedicábamos a visitar bodegas. Jay no tiene ningún tipo de complicaciones ni exigencias a la hora de catar. Con una humildad y sencillez dignas de destacar, se ganó a quienes nos ayudaron en los consejos a trasladar botellas, descorcharlas, limpiar copas, etc. Todos los días empezábamos puntualmente a las 9.00 de la mañana con las sesiones de cata en los diferentes consejos reguladores. Con una disciplina férrea, Jay cataba entre 80 y 90 vinos, siguiendo una misma rutina, con rigor y disciplina. Cuando Parker me pidió que les ayudara a coordinar esta gira, decidí que lo mejor era centrar las catas en los consejos reguladores para tener un lugar centralizado y para evitar suspicacias o conflictos de interés. |
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Ana Carreño – Jay Miller – Miguel Eguren
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Día 1 – 26 de Abril
A las 8.30 de la mañana me encuentro con Jay en el aeropuerto de Barajas a su llegada desde Filadelfia. Inmediatamente nos desplazamos a Toro. A las 14.00 nos encontramos con Manuel Louzada, Director General de Numanthia y con el Presidente del Consejo Regulador de la DO Toro, Amancio Moyano. Después de una comida típica de la región nos desplazamos a la bodega que hoy es propiedad del grupo LVMH donde nos esperaba también nuestro buen amigo Jaime Jiménez de “Con Mucha Gula” quien nos acompañó en la visita y la cata.
Después de catar algunos vinos de barrica de la cosecha 2009 y de visitar las instalaciones nos dirigimos a la sala de cata para llevar a cabo una vertical de todas las añadas de Termanthia. A Jay le gusta catar empezando con la añada más joven, colocada en la copa más a su izquierda hasta la más antigua a su derecha. Empezamos con la 2009 que muestra ya un potencial tremendo para convertirse en una de las grandes añadas en Toro, igual o mejor que la 2004. Nos llamó la atención lo bien que habían evolucionado los Termanthia desde el 2000 en que se elaboró la primera cosecha. Las botellas del 2004, 2005 y la recién puntuada del 2007 fueron las que más nos llamaron la atención. Fue todo un lujo el poder realizar esta vertical, guiada por Manuel Louzada que es un gran profesional y en compañía de Jaime Jiménez y Jay Miller.
Después de la visita a Termanthia nos dirigimos a la nueva bodega de los Eguren, bautizada como Teso La Monja, la cual está solo a un par de kilómetros de Termanthia. Nos recibe Miguel Eguren quien excusa la ausencia de su hermano Marcos a quien habían operado el día anterior. Lo primero fue visitar unos viñedos prefiloxéricos de más de 100 años absolutamente impresionantes. Al volver a Teso La Monja y después de una pequeña visita a la bodegas procedimos a catar algunas muestras de barrica y también los vinos ya disponibles en el mercado.
La cosecha 2009, al igual que en Numanthia, presenta muy buenas maneras. Almirez, Victorino y Alabaster son los tres vinos que actualmente elabora la bodega. Todos ellos con la personalidad y potencia de Toro pero con una elegancia sorprendente. Alabaster es un vino que cuando lo caté la primera vez se me pusieron los pelos de punta. No obstante, Miguel se guardaba una sorpresa para el final. Un vino bautizado como Teso La Monja pero que no están seguros de si lo sacarán al mercado o lo dejarán para sus amigos y clientes. Está elaborado de forma totalmente biodinámica y es algo sublime, de aquellos vinos que te dejan pensando y a los catadores en silencio. Sin comentarios!
Esa noche decidimos reunirnos con un grupo de bodegueros que producen vinos en la zona para que Jay pudiese conocerles y compartir con ellos un rato, catando sus vinos y tomando unas tapas. Fue una velada muy relajada, nada formal en la que nos juntamos con Marcos Yllera, François Lurton, Dani Rolland, Rufino Romero de Garvey, Miguel Eguren, Manuel Louzada de Numanthia y Camino Pardo de Bodegas Frontaura. Despues de un día agotador y con el jet-lag haciendo efecto nos fuimos a dormir. Al día siguiente Jay cató y puntuó 85 vinos en el Consejo Regulador para luego atender a los medios de comunicación y manifestarles su satisfacción con la calidad-precio de los vinos de Toro y reiterar su opinión de que 2009 puede ser la gran añada en Toro. Una vez terminada la rueda de prensa nos pusimos en marcha para continuar nuestra gira hacia Ribera del Duero, que será el motivo de la segunda parte de este artículo. |
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Francois Lurton – Pancho Campo – Rufino Romero – Jay Miller
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