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Inicio de campaña, a grandes rasgos

El 1 octubre, 2014

Coyuntura vitivinícola mundial: evoluciones y tendencias

Con los inicios de campaña, cada año se renuevan alegrías, esperanzas. El optimismo vuelve a renacer. Es lo bueno que tiene este sector que nos ocupa, que cada año, cada mes, cada día, es totalmente diferente al anterior. No da tiempo para aburrirse, ni para la monotonía.

Cuando apenas se ha terminado la vendimia en algunas zonas y en otras están en plena faena, es hora de analizar lo que puede dar de sí la campaña. Tarea difícil, arriesgada, ya que predecir es complicado y más en esto del vino. Pero con las cartas que tenemos en la mano, intentaremos hacer algunos comentarios de lo que puede dar de sí.

La cosecha podrá estar entre los 43 a 45 millones de hl, como primera previsión. Es menos que la pasada en casi un 20%, pero superior a la media de los últimos 5 o diez años. En conjunto, la podemos catalogar de normal o quizá normal-alta, si tomamos los últimos datos en cuenta. Si nos fijamos en lo que nos puede venir de aquí en adelante, más bien normal.

La calidad, en conjunto, también la podemos catalogar de buena o excelente. Ya hemos hablado varias veces de ello, la uva ha venido sana, equilibrada y en perfectas condiciones.

El precio de la uva, como siempre, bajo para algunos; suficiente para otros. En conjunto, y dado cómo se opera el vino, yo diría algo bajo, lo que sucede es que a la hora de ponerlo el precio del vino estaba en muy malas condiciones. Recuerden que se había vendido a un euro hectógrado y a menos incluso.

El arranque de los precios se ha dado con fortaleza y dinamismo en las operaciones. Nos falta aún ver cómo se desarrollan las grandes operaciones que se harán en las próximas semanas, tanto internas, como en exportación. Pero los precios han ido al alza y así continúan en estos momentos.

En lo que a mercados internacionales se refiere, hay que tener en cuenta que Francia tiene algo más de cosecha, no mucho, pero más. Portugal, entre un 5-10% menos. En Italia, los datos más fiables nos dicen que menos, un mínimo de 15% de descenso; hay quien dice que esta es una cosecha muy mala y quien dice que no tanto, pero parece ser que en cuanto a cantidad sí es inferior. En el hemisferio sur está a punto de brotar la viña, por lo que, en unas semanas, será importante saber cómo viene.

Con todos estos datos, yo soy relativamente optimista a la hora de ver el desarrollo de la campaña. Tenemos una cosecha factible para la comercialización y tenemos buen precio de los vinos así como buena calidad en los vinos. Los países competidores no tienen buenas cosechas, lo que favorece nuestras exportaciones, siempre que no nos pasemos de precio, ya que las exportaciones pueden frenarse o disminuir si comienza a subirse éste de forma excesiva.

Un posible lastre serán los excedentes. Tenemos mucha cantidad del año pasado y, además, de una calidad que deja mucho que desear en términos generales. De hecho, se da la paradoja de que los vinos viejos están por debajo, en precio, de los nuevos. Esto es lo único que descuadra mis previsiones. ¿Qué haremos con ese vino? Son bastantes millones de litros y hay que comercializarlos. Un factor que puede lastar al vino nuevo.

Los mostos también tienen buen comienzo, no se ha elaborado excesiva cantidad y las cotizaciones en estos momentos son rentables. Hay demanda y parece que se puede comercializar lo guardado como mosto.
Como punto de inflexión y que puede provocar cambios, no nos podemos olvidar de la brotación del año próximo. La viña ha quedado muy machacada por la sequía que se ha sufrido en muchas zonas de España. En estas zonas, si no tenemos un otoño-invierno lluvioso y la primavera no ayuda, puede salir una brotación mala, lo que puede ser motivo de cambios en el mercado.

En resumidas cuentas, empezamos una campaña que, personalmente, veo con bastante más optimismo que la pasada, en la que exponía mis enormes dudas a una comercialización correcta, como así ha ocurrido. Aunque es muy difícil hacer previsiones, no veo grandes dificultades a esta campaña, aunque dificultades siempre las hay, pero serán llevaderas.