Hay vida después de las barricas(I)
En la actualidad se habla de distintos materiales para la vinificación y crianza de vinos de calidad. Han vuelto el hormigón y las tinajas de diferentes formas y tamaños. Sin embargo, no se considera que sea vino de calidad español si no ha pasado un periodo de tiempo mínimo en barrica de roble. Pero si se habla de roble y de crianza, no todo es la barrica bordelesa, hay más tamaños y formas que conviene tener en cuenta a la hora de elaborar y criar un vino.
El pasado 8 de Junio Tonelería Murua celebró las IV Jornadas Técnicas con el título “Experiencias de Vinificación en distintos volúmenes” en sus instalaciones de Logroño, organizada en colaboración con Fábrica Botti Gamba. Es interesante echarle un vistazo al web de Murua Hub, espacio donde quedan reflejados estudios propios y de terceros, así como las actividades que realizan.
Volviendo a la jornada, esta fue presentada por Elena A. Murua, directora gerente, José Luis Benítez, director general de la FEV e Íñigo Nagore, consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de La Rioja. La primera ponencia corrió a cargo de Maurizio Castelli, consultor enológico internacional, experto en crianza de vinos en grandes volúmenes.
Aseveró, con razón, la necesidad del aumento de calidad en los vinos y de su mejora constante, debiendo adaptarse a factores subjetivos, gusto, cultura, momento de consumo, etc., sin dejar de reflejar las cualidades de su lugar de origen y la sensibilidad de su productor. Y eso, con la ayuda de una ciencia que no es exacta: la enología. Y lo mismo no es ni ciencia, apunto yo. Continuó haciendo una revisión de la evolución de los envases desde las ánforas fenicias a los modernos depósitos de acero inoxidable y exponiendo los requisitos que necesita un buen recipiente: no transmitir sustancias nocivas para las personas ni negativas para el vino, fácil mantenimiento y económicamente viable. Un vino que inicialmente posee una gran calidad puede quedar en bueno, regular o malo, en función del envase donde se guarde.
Sobre el acero inoxidable comentó su facilidad de control térmico, versatilidad, ligereza e higiene. Tan sólo dos “peros”: uno, la posible cesión de metales pesados –comentó un caso serio en Italia con un acero de importación-, y, el segundo, el efecto Jaula de Faraday que dificulta la clarificación espontánea de los vinos y les aporta sensaciones ásperas, secas, propias de una reducción fuerte y persistente.
Lógicamente se extendió sobre los recipientes de madera. La barrica bordelesa de 225 litros se introdujo en España a mediados del siglo XIX. El tino o fudre tiene origen en los países centroeuropeos aunque extendido a lo largo de todo el Mediterráneo para vinificación y/o crianza. Sobre todo se ha aplicado en variedades de estructura tánica delicada Grenache, Nebbiolo…o blancos como los de Alsacia cuya evolución es mejor y más fácil de controlar. De hecho en Italia la barrica de 225 litros se introdujo en Italia en los años 70 del pasado siglo, hace nada, por influencia ¡californiana! Según Castelli, y me parece acertado, la función de la barrica no es ENVEJECIMIENTO del vino sino una etapa en su vida en que se prepara para MADURAR en botella.
Químico Industrial y Enólogo
|
Consultor y enólogo
Enólogo que escribe a ratos sobre los temas de los que sabe algo, o eso creo.
Suscribirse
Reciba nuestras noticias en su email