Hablemos claro

Ya lo he comentado varias veces este año, pero no me importa reiterarme, y mucho menos cuando se trata de un tema tan importante como lo es la comercialización de nuestra cosecha, aunque no sea “políticamente correcto”.
Observo a diario una cosa peligrosa, muy peligrosa. En televisión, radio y prensa, sea escrita o digital. Los mandatarios políticos, los sindicatos así como las asociaciones, entre otros, declaran continuamente que, a pesar del gran volumen de cosecha que tenemos, la comercialización no será difícil. A esto quiero hacerle algunas matizaciones.
Efectivamente tenemos una gran cosecha. La Mancha, por ejemplo, la mayor de su historia, evaluada en unos 30 millones de hectólitros. Nunca nos hemos enfrentado a una cosecha igual. Y 30 millones en La Mancha es mucha cantidad; les recuerdo que la media está sobre 20 más o menos.
Vender esa cantidad de vino es una dura tarea, pero ese optimismo que declaran se basa, en parte, en que hay países del entorno mundial, como Francia e Italia, que no han tenido buenas cosechas. Tampoco han sido pésimas, pero no han tenido grandes cosechas, y es, indudablemente, un tanto a nuestro favor.
Pero hay que recordar que el record de exportaciones en España lo tenemos en algo menos de 23 millones de hl. si no recuerdo mal, otros daban algo más de 24. Da igual, no estamos analizando esa cifra. De una o de otra manera es mucho menos de lo que tenemos que exportar este año. Hablamos de cifras record y este año habría que superarlo en varios millones de hectólitros más. Será difícil: hay que saberlo y decirlo.
Si miramos las cosas objetivamente, lo que se está diciendo no es que sea falso, pero hay que matizarlo.
Poner cara sonriente y decir que no tendremos problemas de comercialización debido a la escasez de vino que hay en otros países puede llevar a equívoco a mucha gente que, creyendo las buenas perspectivas, relajará sus ventas en espera de acontecimientos.
En su lugar lo mejor es decir: Señores, tenemos mucha cosecha, más que en toda la historia en algunos lugares, y hay que ponerse las pilas ya que nos va a costar trabajo venderla. Debemos aprovechar las coyunturas favorables que nos permitirán vender vino en el extranjero. La prioridad es ir vendiendo la cosecha, sin dejar pasar operaciones, ya que el volumen que tenemos es muy grande y podemos tener dificultades para poder comercializarlo en su totalidad.
Creo que este último párrafo es el que más se adapta a la realidad. De hecho, por lo que se está diciendo, las operaciones de exportación están costando mucho trabajo hacerlas. Los operadores internacionales que el año pasado, cuando el vino rondaba los 6 euros hectógrado, decían que se podría exportar más si estuviera a cuatro, este año quieren bajar de los tres euros a la hora de operar. Me refiero con esto a que no va a ser fácil. No debemos tirarnos a la piscina en cuanto a bajada de precios, pero tampoco tenemos que dejar pasar por delante ciertas operaciones, por si luego nos arrepentimos.
Mejor decir las cosas a las claras. Tenemos condiciones favorables en el mercado mundial, sí, pero también tenemos mucha cosecha y supondrá mucho esfuerzo colocarla. No va a ser un camino de rosas; mejor decirlo y saberlo cuanto antes para intentar tomar las medidas oportunas.
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Javier Sánchez-Migallón
Director Ediciones Albandea y El Correo del Vino
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