Francia aguanta el envite en el mercado exterior del vino
Cuando aún no se han hecho públicos los datos de exportaciones de vinos españoles en 2016, aunque todo apunta a una caída del volumen, como consecuencia del retroceso de las ventas de vino a granel, y un incremento de la facturación con recuperación del precio medio, incluidos los vinos no envasados, Francia aguanta el envite, según los datos hechos públicos por la Federación de Exportadores de Vinos y Espirituosos (FEVS).
Los franceses vendieron durante el pasado año, vinos y espirituosos por un importe total de 11.900 millones de euros, de los que 7.900 millones correspondieron a vinos que bajaron sus ventas un 1,8% en volumen y un 0,8% en valor. Estos datos contrastan con la buena marcha de las bebidas espirituosas que subieron un 5,2% en valor gracias, sobre todo, a la excelente marcha del coñac que incrementó sus ventas, especialmente en Asia, en un 5,5% en volumen y un 6,5% en valor.
Los vinos bordeleses mantuvieron muy bien el tipo gracias a los 300 millones de botellas que salieron de sus bodegas al mercado exterior, todo ello con un incremento del 16% en China y del 6% en Estados Unidos. La retracción en Reino Unido, como consecuencia de la política monetaria del breixit tuvo un impacto negativo del 10% en el conjunto del vino y del 13% en las ventas del champagne.
Las ventas del champagne, que en Reino Unido tiene uno de sus baluartes más importantes, retrocedieron un 2,5% hasta los 2.620 millones de euros; tónica que en menor medida ocurrió en otros países europeos.
Los datos económicos no son desdeñables para el vino francés que, en conjunto con los espirituosos, ha experimentado un ligerísimo avance del 1,2%, pero sí han notado, según sus palabras, la competencia de países como Chile, Argentina o Australia que llegan con ciertas ventajas en algunos mercados donde tienen acuerdos preferenciales.
Los franceses achacan también sus resultados a la competencia de los vinos españoles e italianos a los que consideran que su relación calidad/precio les hace atractivos en algunos mercados que hasta ahora Francia dominaba con claridad.
Los mercados internacionales del vino, especialmente gracias al Nuevo Mundo, se han hecho mucho más abiertos y competitivos y Francia, pese a su reputación y calidad, es ahora más vulnerable y los nuevos consumidores están más abiertos a las compras de otros países. Es la gran oportunidad para los demás. Comenzando por España.
José Luis Murcia
Periodista. Presidente de AEPEV-FIJEV.
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Periodista. Miembro de AEPEV y FIJEV
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