Fotogramas de Enofusión 2014
Estos tres días en Enofusión han sido intensos. Los que hemos asistido nos hemos encontrado con viejos amigos, pero también hemos conocido a nuevos compañeros. Pero lo mejor para mí ha sido poder disfrutar del programa de actividades del Centro del Vino.
La secuencia de catas ha sido genial. Más bien parecía un programa festero de pueblo, en donde la retahíla de cata-conferencias te invitaba a estar allí y no moverte. En estas degustaciones se han combinado cosas por descubrir, con los grandes clásicos conocidos por la gran mayoría. Han sido tres días en donde solamente se hablaba de vino. Si ha ocurrido algo en el exterior no me he enterado.
No voy a hacer un comentario general del evento, sino de los cuatro momentos más quijotescos que he vivido en estas jornadas.
– Sake el jamón. Eso es lo que se le suele decir al camarero al entrar en un bar. Pero en este caso descubrí el nuevo significado para mí de la palabra Sake. Aprendí que es una bebida muy recomendada, y que nada tiene que ver con lo que antes yo había probado. Estuve ante una explicación muy buena del concepto sake y sus calidades por parte de Pablo Alomar.
Por cierto, la presencia de japoneses a esta cata fue notable. Así que me senté al lado de dos de ellos, ataviados con su cámara molona. Mi idea era poderles preguntar, charlar y aprender de primera mano de algo más de su cultura. Durante la charla, en cierto momento le pregunté algo al asiático. Después de un rato charlando, el chico de los ojos rasgados que tenía a mi lado no me pudo contestar a cierta pregunta que se suponía fácil para un ciudadano japonés. Ante mi sorpresa sobre la negativa que acababa de recibir, me confesó que no era japonés, que él era chino, que por eso no sabía mucho de la cultura nipona. No supe dónde meterme. Qué vergüenza pasé.
– La cata centenario de Freixenet, combinada con las tapas del restaurante Zalacaín. Le guardé el sitio de mi lado a un amigo que iba a llegar un poquito más tarde. Finalmente se complicó la cosa y mi amigo no pudo acudir. No le eché en falta, ya que así pude comerme su parte y repetir las finísimas tapas del conocido restaurante.
– Nomarcorc, “taste the difference”. Se preveía que iba a ser una charla técnica y aburrida. Para mi sorpresa, no pude estar más equivocado. Marta Arranz y Jorge Maldonado convirtieron la actividad en lo que podría ser un debate televisivo al estilo “Mujeres Hombres y Viceversa”. En donde cada persona del público hablábamos y debatíamos de los diferentes matices de los vinos, tal y como si fuesen “tronistas” y “aspirantes.”
– Pude conocer en persona a mi compañero de redacción Javier Escobar. Del cual he descubierto que entre otras cosas que tiene un blog muy divertido en el cual mezcla vino, con Juego de Tronos, Sálvame de Luxe, y otros temas.
Finalmente debo de decir que ha sido una experiencia muy favorable para todos. Y espero que siga así por muchos años.
Arturo Blasco
Enólogo.
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Licenciado en Enología.
Master en Dirección de Marketing y Ventas.
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